Retomar el calendario de vacunación de tu perro

Durante los meses de confinamiento, los centros veterinarios, como centros sanitarios que son, han seguido prestando sus servicios, pero ciñéndose exclusivamente a las consultas que no se podían aplazar: urgencias, tratamientos crónicos, vacuna de la rabia obligatoria… Los criterios para las visitas de prevención han sido distintos en función de la zona geográfica y del veterinario, puesto que solo él sabe las prioridades de actuación para la protección de tu mascota y para preservar a las personas de las enfermedades transmitidas por los animales (zoonosis).

Durante los meses de confinamiento, los centros veterinarios, como centros sanitarios que son, han seguido prestando sus servicios, pero ciñéndose exclusivamente a las consultas que no se podían aplazar: urgencias, tratamientos crónicos, vacuna de la rabia obligatoria… Los criterios para las visitas de prevención han sido distintos en función de la zona geográfica y del veterinario, puesto que solo él sabe las prioridades de actuación para la protección de tu mascota y para preservar a las personas de las enfermedades transmitidas por los animales (zoonosis).

Ahora que hay que retomar las visitas al veterinario…¿Por dónde empiezo? 

En España existe solamente una vacuna obligatoria por ley en la mayoría de las comunidades autónomas: la vacuna contra la rabia. La rabia es una zoonosis, es decir, una enfermedad que puede ser transmitida de los animales a las personas. Si vives en una Comunidad donde esta vacuna es obligatoria, te expones a una multa por falta de vacunación. Si te tocaba vacunar a tu perro durante el periodo de confinamiento y no has podido realizarlo, acude en la mayor brevedad a tu centro veterinario para poner al día esta vacuna.
Aunque la Península está libre de rabia, no podemos decir lo mismo de otros territorios limítrofes, existiendo un peligro real de entrada de casos de rabia desde Ceuta o Melilla. Por lo tanto, lo primero es poner al día la vacuna antirrábica.
Si tu mascota es cachorro y no has podido empezar o finalizar el protocolo de vacunación que le corresponde, es una prioridad retomarlo. En efecto, los animales jóvenes son particularmente propensos a determinadas patologías infecciosas que pueden llegar a ser mortales. Los ejemplos más conocidos y frecuentes son las enfermedades provocadas por el virus de la parvo o del moquillo en perros, o la panleucopenia y los agentes que provocan procesos respiratorios en gatos.
Recuerda: antes de vacunarle, es necesario que tu compañero canino o felino esté convenientemente desparasitado. Consulta con tu veterinario, él te indicará lo que tienes que hacer e instaurará un protocolo de vacunación y desparasitación.

 

¿Existen otras vacunas prioritarias?

Las vacunas esenciales no son obligatorias por ley pero sí son fundamentales para la salud de tu mascota. Según la Asociación Veterinaria Mundial de pequeños animales, las vacunas que protegen frente al parvovirus, al virus del moquillo y a la hepatitis vírica pertenecen a este grupo. Esta vacuna se conoce también con el nombre de triple vírica o trivalente canina. En el caso de los gatos la trivalente felina incluye la panleucopenia (el parvo de los gatos) y el complejo respiratorio felino. Si en los últimos años has ido respetando las pautas que te ha ido indicando tu veterinario para prevenir las enfermedades, no hace falta agobiarse y ponerse en riesgo por ir al veterinario. Hay que vacunar, SÍ, pero las fechas no son rígidas. Las vacunas protegen a tu animal durante un tiempo algo mayor de lo que solemos vacunar. Conclusión: sin prisa pero sin pausa…llama a tu veterinario y pide cita. Estas vacunas se pueden poner de forma escalonada.
La vacuna frente a la leptospirosis también se considera esencial en perros. Esta enfermedad es una zoonosis (puede ser transmitida a las personas) y el tiempo de protección que otorga la vacunación es menor que las vacunas anteriores. Dependiendo de la zona geográfica donde se habite habrá mayor o menor urgencia en vacunar. Llama a tu veterinario para pedir cita.
Las vacunas circunstanciales son aquellas que sólo son necesarias en determinadas situaciones.
Incluimos aquí la vacuna frente a la tos de las perreras. Esta vacuna es de utilidad en canes que van a estar conviviendo con un grupo. Como ejemplos podemos citar residencias caninas, protectoras, animales de exposición, criaderos…También puede ser conveniente en animales más propensos a procesos respiratorios por sus características morfológicas.
La vacuna frente a la leishmaniosis no se considera esencial por la WASAVA pero en España la enfermedad es endémica, es decir, está asentada en este territorio, no es transitoria. Y es una zoonosis grave para determinados sectores de la población humana. Es fundamental entonces tomar todas las medidas oportunas para evitar que nuestro animal se contagie, disemine la enfermedad, enferme o muera. Como la transmisión se produce a través de la picadura de un flebotomo (mosquito de la leishmania) lo primero es evitar que éste insecto pique y transmita la enfermedad. Tendremos que usar antiparasitarios eficaces. No sirve cualquier antiparasitario. Sigue las recomendaciones de tu veterinario. El siguiente paso sería administrar la vacuna frente a leishmania. Es posible que, debido al confinamiento no hayamos podido seguir el protocolo indicado por el laboratorio que elabora la vacuna. En este caso lo adecuado es empezar el protocolo desde el principio.
Curiosidad… ¿Leishmaniasis o leishmaniosis? Los médicos hablan de leishmaniasis, los veterinarios de leishmaniosis pero ambos nos referimos a la misma enfermedad en distintas especies.
En felinos, la vacuna frente a la leucemia es circunstancial aunque en algunos casos el veterinario puede decidir que sea esencial.

 

Resumiendo:

  • Antes de poner cualquier vacuna, el animal tiene que estar perfectamente desparasitado frente a parásitos internos. Sólo así la respuesta inmune del perro será adecuada y la vacuna dará la protección esperada.
  • Es fundamental controlar los parásitos externos que también van a transmitir patologías graves, muchas de las cuales son enfermedades zoonóticas.
  • Es prioritario estar al día en la vacunación antirrábica y, en cachorros, empezar el protocolo de vacunación lo antes posible.
  • Es necesario vacunar también a los animales ancianos. La creencia de que al ser mayores no necesitan vacuna es falsa.
  • Comprobar la fecha de la última vacunación frente a leptospira. Ir vacunando escalonadamente frente al resto de enfermedades.
  • Estas pautas son orientativas y generales. Cada caso es único, el veterinario es el especialista capacitado para valorar el protocolo que conviene a cada animal. Tendrás que ponerte en contacto con él para que te indique cuáles son las medidas que más convienen a tu mascota.
  • Exiten seguros, como SantéVet, que reembolsan los gastos de prevención.

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