Lo esencial (TD;LR) :
- La leishmaniosis canina es una enfermedad grave. Se transmite a través de la picadura de flebotomos y solo contagia a través de un mosquito infectado.
- Los síntomas varían y hay perros resistentes a la infección. Existen pruebas para detectarla y el diagnóstico precoz mejoran el pronóstico.
- Los tratamientos incluyen repelentes, vacuna y seguimiento veterinario, además de ciertos cuidados que pueden mejorar su esperanza y calidad de vida.
La enfermedad del mosquito: ¿cómo puede contagiarse mi perro?
La leishmaniosis, enfermedad causada por un parásito del género Leishmania, necesita dos hospedadores para completar su ciclo: uno vertebrado (que suelen ser los perros) y un invertebrado: el mosquito flebotomo.
El mosquito fletobono
Estos mosquitos tienen un tamaño de unos 2-3 mm y son los causantes de la transmisión de la enfermedad. Las hembras son las únicas que pican, pues necesitan las sangre para desarrollar los huevos. Cuando la hembra está infectada con Leishmania y pica a un perro, comienza la infección.
Los fletobonos tienen predilección por los climas cálidos y húmedos, como los climas mediterráneos semiáridos. En cuanto a su actividad, es mayor al atardecer, durante la noche y en los meses de más calor. En estos momentos el perro corre un mayor riesgo de exposición.
Reservorio y otras especies afectadas
Los perros son los principales reservorios de la leishmaniosis, pero otros animales, como los gatos y los hurones también pueden contraer la enfermedad, aunque a nivel epidemiológico los cánidos son los más afectados.
Los perros pueden portar el parásito durante periodos prolongados y convertirse en fuente de contagio indirecto para todo tipo de especies, incluidos los seres humanos. Precisamente esa zoonosis propia de la enfermedad es la que la convierte en un problema de salud pública grave.
¿Es contagiosa la Leishmaniosis?
Sí, pero solo a través del fletbotomo. Un perro infectado por el parásito y que no esté tratado y controlado, puede sufrir la picadura de un flebotomo y ser este último el que transmita la infección por Leishmania al picar a una persona de riesgo (inmunodeprimida).
Leishmaniosis en humanos y su impacto mundial
En los países subdesarrollados, la enfermedad está asociada a malnutrición, migraciones de población, deficientes condiciones higiénicas y cambios en el entorno (deforestación, urbanización, sistemas de riego...)
Se estima que cada año se notifican entre 700.000 y un millón de nuevos casos de pacientes con leishmaniasis humana. En España la prevalencia de leishmaniosis actual en perros oscila entre el 2% y el 57%, dependiendo del área geográfica. Andalucía, Comunidad Valenciana, Madrid, Orense, Lleida y Girona, son las de mayor seroprevalencia.
Contagio de Leishmaniosis de perros a humanos
En cuanto al contagio de la leishmaniosis de perros a humanos, no existe evidencia de transmisión directa. El contagio siempre se produce por medio de la picadura de un mosquito flebotomo que previamente ha picado a un animal infectado.
Para prevenir el contagio de la leishmaniosis canina a humanos puedes aplicar diferentes medidas de prevención, como protección contra la picadura de mosquitos, impedir que se creen plagas de flebótomos (evitando aguas estancadas y usando insecticidas en zonas de riego) o vacunar a tu perro contra ella.
Si sospechas que puedes estar infectado de leishmaniosis canina no esperes para consultar a tu médico de cabecera, pues el tratamiento está relacionado con una detección temprana.
¿Qué síntomas puede sufrir un perro con Leishmaniosis?
Esta enfermedad puede ocasionar un cuadro clínico muy diferente debido a la respuesta inmunitaria individual y al largo periodo de incubación que se puede prolongar más de un año.
Manifestaciones clínicas y factores de riesgo
Es importante considerar si se trata de zona endémica para incluir en el diagnóstico diferencial la Leishmania ante la aparición de tan solo un síntoma.
Existen, además, perros resistentes a la infección cuyo sistema inmunitario será capaz de neutralizar al parásito y pueden ser asintomáticos.
En los perros puede causar:
- Lesiones cutáneas, localizadas o generalizadas.
- Lesiones alopécicas y descamativas (piel queratoseborreica y con caspa), normalmente sin prurito.
- Úlceras que no cicatrizan en borde de orejas, espacios interdigitales, almohadillas plantares y puntos de presión.
- Hiperqueratosis nasales o plantares.
- Crecimiento exagerado de las uñas.
- Nódulos únicos o múltiples localizados en zonas desprovistas de pelo.
- Ulceración en labios, pene, vulva.
Síntomas inespecíficos y específicos
Dentro de los trastornos generales podemos encontrar síntomas inespecíficos y síntomas específicos.
Entre los síntomas inespecíficos se encuentran los siguientes:
- adelgazamiento.
- inapetencia.
- atrofia muscular.
- linfadenopatía (ganglios aumentados).
- anemia no regenerativa.
En cuanto a los síntomas específicos destacan:
- Hemorragias (epistaxis, hematuria, melena).
- Alteraciones renales (glomerulonefritis principal causa de muerte entre perros con leishmaniosis).
- Poliartritis (cojeras sin lesión aparente).
- Alteraciones hepáticas (vómitos, adelgazamiento).
- Lesiones digestivas (diarreas a veces acompañadas de sangre).
- Lesiones oculares (conjuntivitis, queratitis, uveítis, blefaritis).
¿Cómo se sabe si un perro tiene Leishmania?
Ante la sospecha de que algo le sucede a nuestro perro e independientemente de que hayamos observado alguno de los síntomas mencionados, debemos acudir a nuestra clínica veterinaria para que hagan una exploración física a nuestra mascota.
Pruebas para el diagnóstico de la Leishmaniosis canina
Si el clínico detecta en esa revisión síntomas compatibles o nos encontramos en una zona endémica de la enfermedad (España lo es), hará una analítica de sangre y mediante un test rápido podrá determinar si existen anticuerpos frente a Leishmania.
En caso de resultado positivo, mediante serología existen análisis ELISA, e IFI que permiten titular la respuesta inmunitaria o PCR, citologías o biopsias, que ponen en evidencia la presencia del parásito en sangre, médula ósea, lesiones cutáneas o ganglios. Se puede complementar estos análisis con un hemograma y una bioquímica y proteinograma para conocer el estado general de nuestro animal.
Habrá pacientes que aun dando positivo en los análisis, no presenten síntomas ni signos de enfermedad. Recuerda que el seguro veterinario cubre todos los gastos de detección, tratamientos y medicación de la Leishmania durante toda la vida de tu perro.
Grados de Leishmaniosis en perros
La leishmaniosis canina no se presenta de forma uniforme en todos los perros, ya que su evolución depende de diferentes factores, como:
- El estado inmunológico previo.
- El grado de afectación en los órganos.
No obstante, el grupo internacional de veterinarios científicos LeishVet, ofrece una división en 4 grados de la leishmaniosis en función de su gravedad:
Grado |
Descripción |
Tratamiento |
I – Leve |
En este grado los signos clínicos son mínimos y no hay daño renal. El número de anticuerpos es bajo. |
En muchas ocasiones solo es necesario el alopurinol. |
II – Moderado |
Los signos clínicos son claros y puede haber daño renal. |
Se combinan varios fármacos: el alopurinol y la miltefosina o antimoniato de meglumina. |
III – Grave |
La enfermedad es sistémica y se presenta daño renal moderado o grave. |
Tratamiento intensivo. |
IV – Muy grave |
Los signos clínicos son muy graves y el fallo renal es avanzado. |
El tratamiento es muy desfavorable. En esta fase se suelen aplicar paliativos o tratamientos muy agresivos. |
¿Cómo se cura? Actuales tratamientos para la Leishmania
En función de la gravedad de los síntomas, de la carga parasitaria y del alcance de la lesión en los órganos, el tratamiento de un perro infectado por leishmania será diferente.
Fármacos utilizados en el tratamiento de la Leishmaniosis canina (pastillas, alopurinol...)
La existencia de alteración renal limita el uso de determinados fármacos. Es importante considerar que un paciente infectado por leishmania se puede controlar e incluso seronegativizar pero siempre será un enfermo crónico que deberá realizar controles periódicos.
Los fármacos empleados en la terapia frente a Leishmaniosis son:
- Alopurinol (administrado oralmente durante meses con intervalo de descanso).
- Antimoniato de meglumina (Glucantime)administrado de forma inyectable durante un ciclo variable.
- Miltefosina oral.
- Domperidona oral.
La elección de una dieta adecuada para fortalecer el sistema inmunitario y prevenir la formación de cálculos renales secundarios al tratamiento con el Alopurinol, será fundamental en la terapia.
¿Cómo cuidar a un perro con Leishmaniasis?
Si tu perrito tiene Leishmania, seguro que tu veterinario te dará las pautas necesarias para que puedas proporcionarle un cuidado adecuado y mejorar, así, su calidad de vida. Estos son algunos de los consejos más frecuentes y beneficiosos para tu mascota:
Dale alimento específico para la Leishmania: el pienso
Es primordial que los perros con Leishmaniasis sigan una dieta específica, requerimiento que se vuelve mucho más importante si la leishmania es de tipo visceral. En concreto, necesitará comida que sea muy fácil de digerir y tendrá que seguir ciertas pautas nutricionales. Tu veterinario te podrá dar muchos más detalles acerca de la alimentación para perros con Leishmania.
Evita que pase frío
Aunque tu can esté estable gracias a la medicación, es posible que el frío le provoque un brote que empeore su estado de salud. Por eso, cuando llegue el invierno abrígalo bien al salir a la calle.
Seguro que alguna vez te has fijado en la ropa de perros que llevan otros canes. Pues bien, en este caso, usarla es una necesidad. De la misma forma, en casa también debe disfrutar de un espacio cálido en el que no pase frío ni esté muy expuesto a la humedad.
No alteres sus rutinas
A los perros les encantan las novedades, pero en el caso de los perros con Leishmania los cambios no son tan buenos para su salud. El motivo es que el estrés, en cualquiera de sus niveles, es un desencadenante más de los brotes de Leishmaniasis.
Por eso, es fundamental que tu perro siga cada día las mismas rutinas y que no se altere demasiado.
Hidrátalo bien
Este consejo podría ser igual de válido para cualquier perro, pero cobra especial relevancia si hablamos de perros con Leishmaniasis. Estos canes han de tener siempre agua fresca a su alcance y, si estás de viaje, conviene que se la ofrezcas al menos cada 45 minutos.
La hidratación es fundamental para ellos porque esta enfermedad puede afectar gravemente órganos vitales, especialmente los riñones, el hígado y el sistema inmunológico. Según los expertos «Esta enfermedad puede causar daño renal crónico y acabar en una insuficiencia renal. Por eso, es de gran relevancia que la detección de la enfermedad sea temprana.»
— Petia Vet Health. (2024). Leishmaniosis en perros: características y tratamiento. Petia.es
Confía solo en productos específicos y vigila su descanso
Afortunadamente, en el mercado hay un montón de productos especialmente elaborados para cuidar la piel de los perros con Leishmania. No escatimes en este aspecto, él te lo agradecerá.
En cuanto al descanso, los perros con Leishmaniasis deben descansar lo suficiente y llevar una vida tranquila. Que en casa disfrute de su propio espacio e incluso de su propia camita es una buena medida para conseguirlo.
Es esencial que el veterinario realice un seguimiento periódico de la enfermedad. Por eso, te recomendamos no espaciar demasiado las visitas a su consulta.
La vacuna, prevención y esperanza de vida en perros con Leishmaniosis
Aunque la época de mayor riesgo está ligada a la actividad del vector (mosquito) desde marzo a octubre (desde primavera hasta otoño), el cambio climático puede estar alterando esta situación y ello nos obliga a estar prevenidos frente al contagio prácticamente todo el año.
Vacuna y tratamiento inmunológico
Es fundamental realizar test serológicos al animal una vez al año para comprobar su estado de salud y lograr una detección precoz de la enfermedad. Debemos usar medidas repelentes para evitar las picaduras de mosquito mediante collares antiparasitarios y pipetas tópicas.
- La vacuna : la vacunación es altamente eficaz para evitar que la enfermedad pueda progresar y que aparezcan los síntomas clínicos. Solo se puede administrar a animales que hayan sido testados previamente y hayan resultado negativos.
- Fármacos estimulantes de la respuesta inmunitaria: Un perro infectado debe ser controlado, tratado según el criterio veterinario y debemos aplicar medidas repelentes del flebotomo para evitar la difusión de la enfermedad.
Esperanza de vida de un perro con Leishmania
Gracias a los avances científicos y a los múltiples tratamientos que se han desarrollado, el pronóstico es muy halagüeño: los perros con Leishmania no deberían disfrutar de una esperanza de vida menor que la del resto de canes.
Ahora bien, que la enfermedad se detecte a tiempo y que tu perro siga las pautas adecuadas puede marcar la diferencia en este sentido. Y también incide de alguna forma el estado del sistema inmunitario de cada perro, que determina con qué eficacia es capaz de responder a la enfermedad.
Consejo Santévet: Recuerda que, con la fórmula Premium, el seguro para perros Santévet te reembolsa 80€ en gastos de prevención, como puede ser el test rápido de leishmania y la vacuna.
Aunque la leishmaniosis canina es una enfermedad muy seria, es completamente manejable gracias a los últimos avances médicos. Recuerda que un diagnóstico temprano, la vacunación y los tratamientos adecuados en caso de que tu perro la padezca, son esenciales para que disfruta de una buena esperanza y calidad de vida.
Frente a la leishmaniosis la prevención, sin duda, es la mejor herramienta.
Fuentes
https://www.leishvet.org/wp-content/uploads/2021/10/ES-Guidelines21.pdf
https://www.porunmundosinleishmaniosis.com/es/leishmaniosis
https://es.virbac.com/blog/ultimas-novedades/leishmaniosis-canina-personas