Leishmaniosis en perros: qué es, cómo se contagia y las mejores formas de prevenirla
La leishmaniosis en perros es una enfermedad grave transmitida por el mosquito flebótomo, con síntomas como lesiones en la piel o daño en órganos internos. La prevención, mediante la vacunación, los collares y las pipetas, junto al tratamiento, permite su control y una mejor calidad de vida.
Lo esencial (TL;DR):
- La leishmaniosis en perros es una enfermedad grave. Se transmite a través de la picadura de flebótomos y solo contagia a través de un mosquito infectado.
- Los síntomas varían y hay perros resistentes a la infección. Existen pruebas para detectarla y el diagnóstico precoz mejora el pronóstico.
- Los tratamientos incluyen repelentes, vacuna y seguimiento veterinario, además de ciertos cuidados que pueden mejorar su esperanza y calidad de vida.
¿Qué es la leishmaniosis?
La leishmaniosis en perros es una enfermedad infecciosa provocada por un protozoo parásito del género Leishmania.
Aunque otros animales pueden contraer la enfermedad, los perros son sus principales reservorios y pueden portar el parásito durante periodos prolongados, convirtiéndose en fuente de contagio indirecto para todo tipo de especies, incluidos los seres humanos.
Esta patología se cuenta por millones de casos distribuidos por el mundo y afecta a perros de todos los continentes, excepto Oceanía.
¿Qué es la leishmania y cómo se transmite?
La leishmania es un género de protozoo responsable de la enfermedad conocida como leishmaniasis o leishmaniosis. Este parásito se transmite a los perros a través de la picadura del díptero flebótomo, un insecto mucho más pequeño que el mosquito común, cuyas hembras necesitan alimentarse de sangre para desarrollar sus huevos.
¿Dónde hay más leishmaniosis en España?
La leishmaniosis en España está causada por la especie Leishmania infantum. Es una enfermedad endémica, con una incidencia ascendente, principalmente en la zona mediterránea y Baleares.
Cita del experto:
"En 2023, trece Comunidades Autónomas notificaron un total de 394 casos, frente a los 291 notificados en el 2022, de los que 390 (99,0%) fueron confirmados. La tasa de incidencia (TI) de la leishmaniasis en 2023 fue de 0,80 casos/100.000 habitantes, superior a la de 2022 (0,62), siendo las CCAA con TI más elevadas Baleares (TI=4,22 y 51 casos), la Región de Murcia (TI=2,00 y 31 casos) y la C. Valenciana (TI=1,42 y 74 casos)".
Centro Nacional de Epidemiología. Instituto de Salud Carlos III. CIBERESP. Informe
epidemiológico sobre la situación de la leishmaniasis en España, 2023. Madrid, julio 2024.
Las altas temperaturas, consecuencia del cambio climático, han modificado el comportamiento de los flebótomos, los insectos que transmiten la leishmaniosis. Años atrás, su actividad se limitaba a finales de la primavera y el otoño, principalmente, en la cuenca mediterránea.
Ahora, estos insectos están activos durante todo el año y han expandido su presencia prácticamente en toda España, aumentando el riesgo de contagio de la enfermedad en todo el país.
En el resto del mundo, la leishmaniosis es endémica en África, incluyendo Sudán y Etiopía; en Asia, con focos en el norte de India y Oriente Medio, así como en América Central y América del Sur, con especial relevancia en Brasil y Perú.
En otros países, como Estados Unidos, la leishmaniosis no es endémica en general, pero sí se dan casos locales en su forma cutánea, principalmente en Texas, según los datos de la Organización Mundial de la Salud.
¿Qué pasa cuando un perro tiene leishmaniosis?
Una vez que el parásito entra en el organismo del perro, se reproduce y extiende por diferentes órganos, como el bazo, el hígado y la médula ósea. La leishmaniosis ataca al sistema inmunitario y a los órganos internos del animal, de ahí su gravedad y la importancia de detectarla y tratarla a tiempo.
¿Cómo saber si mi perro tiene leishmaniosis?
Los síntomas y signos clínicos de la leishmaniosis son variados y se manifiestan de forma lenta y progresiva. De hecho, pueden desarrollarse durante meses o años, e incluso existen perros resistentes a la infección cuyo sistema inmunitario es capaz de neutralizar al parásito y pueden ser asintomáticos.
A menudo, los primeros síntomas son difíciles de identificar y pueden confundirse con otras enfermedades. Por ello, es fundamental conocer los síntomas más comunes y estar atento a cualquier cambio en el estado de salud del perro.
¿Cuáles son las formas principales de la enfermedad?
En el caso de la Leishmania infantum, la especie patógena más común en el sur de Europa, sus efectos adversos se pueden presentar de diferentes formas.
- Leishmaniosis cutánea: aparecen lesiones y úlceras en la piel.
- Leishmaniosis mucocutánea: afecta las mucosas de la nariz, la boca y la garganta, pudiendo causar destrucción tisular y desfiguración.
- Leishmaniosis visceral o Kala-azar: afecta a los órganos internos y es la forma más grave de la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas de Leishmania infantum en perros?
Estos son los principales síntomas:
TIPO DE SÍNTOMA | MANIFESTACIONES COMUNES | SÍNTOMAS ESPECÍFICOS | SÍNTOMAS AVANZADOS Y GRAVES |
Generales e inespecíficos | • Apatía y debilidad • Pérdida de peso • Atrofia muscular • Fiebre• Pérdida de apetito | • Cojera sin causa aparente • Inflamación o aumento de tamaño de ganglios linfáticos • Anemia no regenerativa | • Insuficiencia renal (principal causa de muerte)• Alteraciones hepáticas • Alteraciones digestivas (diarreas, a veces, con sangre) • Hemorragias (sangrado nasal, sangre en orina) |
Cutáneos | • Pérdida de pelo alrededor de ojos, orejas y nariz • Piel seca y con descamación • Úlceras que no cicatrizan, especialmente, en bordes de orejas, almohadillas y puntos de presión | • Crecimiento desproporcionado de las uñas • Engrosamiento de la piel de la nariz y las patas • Nódulos en zonas sin pelo • Úlceras en labios, pene o vulva | |
Oculares y otros | • Exceso de lagrimeo • Párpados inflamados • Lesiones oculares inespecíficas | • Conjuntivitis• Queratitis (inflamación de la córnea) • Uveítis (inflamación de la úvea del ojo) |
Grados de leishmaniosis en perros
La leishmaniosis puede manifestarse de forma muy diversa. Mientras algunos perros muestran síntomas muy evidentes, otros canes pueden ser portadores sin presentar ningún signo clínico visible.
Aunque esta infección puede afectar a todas las razas, los datos indican algunos factores que parecen influir en la incidencia:
- Tamaño del perro: la infección es más común en perros de raza grande que en los de raza pequeña.
- Edad del perro: los perros muy jóvenes, con su sistema inmune aún inmaduro, y los perros ancianos, con las defensas debilitadas, son más vulnerables.
Asimismo, otras variables aumentan el riesgo de que un perro infectado por leishmaniosis desarrolle la enfermedad:
- Sexo: las hembras en celo tienen un mayor riesgo.
- Raza: razas como el Pastor Alemán, el Bóxer o el Golden Retriever parecen ser más susceptibles.
- Estado de salud: situaciones de desnutrición, estrés y otras enfermedades o tratamientos que suprimen el sistema inmune favorecen el desarrollo de la leishmaniosis.
Con base a todo ello, se establecen cuatro posibles grados de afectación en función de la gravedad de los síntomas:
GRADO | CARACTERÍSTICAS |
I - Leve | En este grado, los signos clínicos son mínimos y no hay daño renal. |
II - Moderado | Los signos clínicos son claros y puede haber daño renal. |
III - Grave | La enfermedad es sistémica y se presenta daño renal moderado o grave. |
IV - Muy grave | Los signos clínicos son muy graves y el fallo renal es avanzado. |
Recuerda que, una vez asegurado, si tu perro tiene síntomas de la posible enfermedad, su seguro veterinario cubrirá todos los gastos de detección, tratamientos y medicación de la leishmaniosis durante toda la vida de tu perro.
Prevención de la leishmaniosis
Como hemos mencionado, la leishmaniosis es una enfermedad endémica, es decir, siempre se presenta en una población dentro de un área geográfica establecida. Es una patología grave que, afortunadamente, ya puede controlarse. Los pilares para ello son el control del vector y de los reservorios, junto al diagnóstico precoz.
Control del vector en la lucha frente a la leishmaniosis
Las medidas van encaminadas a interrumpir el ciclo de desarrollo y transmisión local del insecto. En zonas endémicas se recomienda la fumigación con insecticidas que mantengan una acción residual, tanto dentro como fuera de las casas.
También es recomendable el uso de redes mosquiteras al comienzo de la temporada que incrementa la actividad de los flebótomos.
Control de los reservorios en la prevención de la leishmaniosis
La importancia del cuidado preventivo se evidencia en la relevancia de los perros en la transmisión de la enfermedad, pues son el principal reservorio. En las zonas endémicas se debe proteger a las mascotas mediante el uso de repelentes de insectos y collares impregnados con insecticidas. Igualmente, es recomendable evitar la permanencia de los animales al aire libre durante las horas de actividad de los insectos, que normalmente van desde el atardecer hasta el amanecer.
También es conveniente la protección de ventanas y el uso de redes mosquiteras. La prevención y el tratamiento de las mascotas infectadas ha reducido la incidencia de la leishmaniosis canina.
Consejo de Santévet: El diagnóstico precoz de la leishmaniosis es fundamental para el pronóstico y la calidad de vida de tu perro. Detectar la enfermedad a tiempo, incluso antes de que aparezcan los síntomas graves, permite iniciar el tratamiento de inmediato, mejora su esperanza de vida y reduce las complicaciones.
Pruebas para el diagnóstico precoz
La principales pruebas para el diagnóstico de la leishmaniosis en perros son las siguientes:
Análisis rápido: esta prueba inicial ofrece un resultado rápido de «positivo» o «negativo» y sirve como primer paso para detectar la enfermedad.
Serología: es la técnica más recomendada. Detecta la presencia de la enfermedad y mide la cantidad de anticuerpos en la sangre, dato necesario para evaluar el nivel de la infección.
Citología y biopsia: son pruebas más invasivas que se usan cuando hay síntomas claros, pero las pruebas de sangre dan negativo. Se extrae una muestra de la médula ósea o de tejidos para confirmar la presencia del parásito.
Análisis completo de sangre y orina: una vez confirmado el diagnóstico, se realiza un chequeo completo para evaluar la salud de los órganos vitales del perro y planificar el tratamiento.
Vacuna contra la leishmaniosis
Actualmente, la vacuna es una herramienta esencial en la prevención contra la leishmaniosis canina. Si bien las vacunas actuales no previenen la infección por completo, logran reducir el riesgo de que el perro desarrolle la enfermedad al estimular el sistema inmunitario del animal, lo que permite controlar la infección de manera similar a como lo haría un perro con inmunidad natural.
Además de proteger a cada perro, la vacunación tiene un impacto positivo en la comunidad. Al disminuir la carga parasitaria en los perros vacunados, se reduce su papel como reservorios y, por lo tanto, la transmisión de la enfermedad. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) reconoce esta efectividad, recomendando la vacunación como una medida complementaria al uso de insecticidas para el control de la epidemia en Europa. La vacuna está indicada para perros mayores de 6 meses que hayan dado negativo en las pruebas de diagnóstico de Leishmaniosis.
El protocolo veterinario contempla realizar la prueba de diagnóstico de leishmaniosis al pasar el año. Al confirmar que el perro ha dado negativo, se volverá a proceder a la vacunación.
Aunque la vacuna contra la leishmaniosis no está incluida de forma obligatoria en el calendario de vacunación, su administración es muy recomendable, especialmente, en las zonas endémicas.
Efectos secundarios de la vacuna contra la leishmaniosis
Normalmente, no se presentan reacciones graves, aunque hay que estar atentos las primeras 24-48 horas. Los efectos secundarios leves que suelen presentarse son fiebre pasajera, decaimiento e inflamación o dolor en la zona del pinchazo. Estos efectos desaparecen por sí solos.
¿Cuánto es el precio de la vacuna en perros?
El precio de la vacuna contra leishmaniosis varía según la marca, la zona geográfica y la clínica veterinaria, aunque suele oscilar entre 50 y 80 euros por dosis. Algunas vacunas requieren un protocolo inicial de tres dosis, mientras que otras se administran en una única dosis. Posteriormente, en ambos casos, el refuerzo es anual.
Asimismo, puede ser necesaria una prueba serológica previa, que conlleva un coste adicional.
¿Cuál es el tratamiento para la leishmaniosis en perros?
Generalmente, el tratamiento de la leishmaniosis canina se basa en una combinación de medicamentos con el fin de mejorar rápidamente los síntomas y controlar la población del parásito, aunque no logran eliminarlo por completo.
Los veterinarios suelen combinar dos tipos de fármacos para un tratamiento más eficaz de la leishmaniosis cutánea y visceral:
- Fármacos que eliminan el parásito (leishmanicidas): los más comunes son el antimoniato de meglumina (inyectable) y la miltefosina (oral). Otras opciones, como el estibogluconato de sodio, son menos habituales por sus efectos adversos. Estos medicamentos actúan directamente impidiendo que el parásito se multiplique.
- Fármacos que controlan el crecimiento del parásito (leishmanioestáticos): se usa frecuentemente el alopurinol (oral) y la anfotericina B liposomal. Su función es alterar el material genético del parásito para frenar su reproducción. También suele usarse como terapia de mantenimiento a largo plazo, incluso de por vida, para evitar recaídas.
Además de la medicación, el tratamiento puede complementarse con una dieta especial para fortalecer el sistema inmunitario del perro, ayudarle a recuperar peso y prevenir la formación de cálculos renales, uno de los efectos adversos de algunos fármacos. A lo largo del tiempo, el veterinario realiza controles y pruebas diagnósticas de manera periódica, para ajustar la dosis o el tipo de medicación según la respuesta del perro y su estado de salud.
¿La leishmaniosis se cura?
No, la leishmaniosis en perros, en cualquiera de sus formas principales (leishmaniosis visceral o cutánea) es una enfermedad crónica que, actualmente, no tiene una cura definitiva. Sin embargo, un tratamiento veterinario adecuado permite controlar la enfermedad de manera eficaz. El principal objetivo es aliviar los síntomas, prevenir complicaciones graves y lograr que el perro lleve una vida normal y de calidad.
¿Cuál es la esperanza de vida de un perro con leishmania?
La esperanza de vida de un perro con leishmaniosis depende mucho del diagnóstico precoz y de la respuesta de su organismo al tratamiento. Actualmente, la medicina veterinaria permite que muchos perros diagnosticados a tiempo puedan vivir sin complicaciones y con una esperanza de vida similar a la de cualquier otro perro. La clave para ello es el seguimiento veterinario continuo y la medicación regular para mantener la enfermedad bajo control.
La prevención, el diagnóstico precoz y un seguro para mascotas son el mejor remedio en la lucha frente a esta enfermedad. Participar en las actividades que se organizan el 1 de junio, Día Mundial contra la leishmaniosis, es reconocer su impacto sobre la población y las mascotas.
Fuentes consultadas:
https://urgenciesveterinaries.com/leishmaniosis-perros-sintomas-prevencion-tratamiento/
https://www.anicura.es/consejos-de-salud/perro/consejos-de-salud/leishmaniosis/
https://petia.es/blog/leishmaniosis-en-perros/