El lirio de los valles: una planta tóxica para tu mascota

¿Por qué es peligrosa esta planta para tu perro o tu gato?

En el caso del lirio de los valles, todas las partes de la planta (tallo, hojas, flores, pistilos, raíces, polen e incluso la savia) son altamente tóxicas para tu mascota.

Si esta llega a ingerir tan solo una o dos hojas (o simplemente lamer su pelo con polen), puede llegar a sufrir una serie de problemas derivados de la toxicidad de esta especie de planta.

Al ser ingeridos, los lirios pueden dar lugar a procesos gastrointestinales severos, afectando también a los riñones y al sistema cardíaco. Los perros también pueden sufrir de reacciones en la piel por el simple contacto con la planta.

Otros tipos de lirio, como el lirio de la paz o el lirio de agua, no suelen causar todos estos problemas. Sin embargo, podrían producir babeo si son ingeridos.

 

Debes tener cuidado con el lirio del valle y otras plantas, en especial si hay un cachorro en casa, ya que son muy curiosos y tienen más probabilidades de acercarse a olisquearlas, morderlas o ingerirlas.

No solo deberás tener cuidado en el hogar, sino también cuando sales con tu mascota al parque o al campo.

Daños orgánicos que desencadenan estas plantas

Aunque el mecanismo de toxicidad por el cuál actúan sobre el organismo se desconoce, está demostrado que dan lugar a daño renal y, en menor medida, a un daño pancreático.

Pueden llegar a producir daños muy severos, desencadenando también problemas gastrointestinales y cardíacos, irreversibles en algunos casos.

Al no conocerse el mecanismo de actuación, no existe actualmente un antídoto específico. Se tratará de una urgencia veterinaria en la que la pronta actuación será muy importante para tratar los síntomas de la mascota.

¿Qué síntomas podrás observar en tu mascota?

La gravedad de los síntomas dependerá de la cantidad y la porción de la planta ingerida. En la mayoría de las ocasiones, estos signos aparecen entre las seis y las doce horas tras la ingestión.

Los síntomas que pueden aparecer en primer lugar son:

  • Babeo
  • Debilidad
  • Dolor abdominal
  • Pérdida de apetito
  • Taquicardia o pulso irregular
  • Vómitos o diarrea (las heces o el vómito puede llegar a contener trozos de la planta)
  • Ingestión repentina de gran cantidad de agua y aumento de la micción
  • Inflamación y edema de hocico y boca, o enrojecimiento de la piel

Si estos síntomas no se controlan de forma rápida, podrían avanzar provocando un importante daño renal en tu mascota y una respuesta inflamatoria sistémica que habría que saber reconocer para acudir al veterinario de urgencia:

  • Hipotensión
  • Desorientación
  • Respiración superficial y agitada
  • Convulsiones y dificultad para moverse y mantenerse en pie
  • Fiebre o, por el contrario, fuerte bajada de temperatura corporal

Si ves a tu mascota jugando o comiendo esta planta, deberás llevarlo rápidamente a su veterinario, ya que, cuanto antes se actúe y se instaure un tratamiento sintomático, menor probabilidad habrá de que sufra un fallo renal.

Diagnóstico y tratamiento veterinario de la intoxicación

A tu llegada al veterinario, deberás informarle que tu mascota ha consumido esta planta o crees que lo ha hecho (algo que podrías sospechar si tienes este lirio en el jardín y encuentras, por ejemplo, trozos de él tirados en el suelo).

El veterinario realizará una serie de pruebas, como pueden ser: analítica sanguínea, toma de tensión, análisis de orina, estudio ecográfico para ver riñón y páncreas, y radiografía para descartar un derrame de pleura. Estas darán información importante sobre la severidad de los daños en los órganos de tu mascota.

¿Cómo se tratará esta intoxicación?

El tratamiento irá encaminado, en un primer momento, a intentar reducir la absorción del tóxico. En muchas ocasiones, cuando el propietario llega al centro veterinario, han pasado varias horas y la primera fase del tratamiento resulta poco efectiva. Por ello es muy importante no esperar a ver los síntomas y llevar a tu mascota a la clínica de inmediato.

El veterinario va a intentar provocar vómitos a tu perro o gato para que expulse los restos de la planta que quedan en el estómago. Además, le administrará carbón activo para absorber toxinas que estén en el tracto digestivo, para lo cual, en algunas ocasiones, será necesaria la colocación de una sonda hasta el estómago.

Le pondrá suero intravenoso para intentar evitar el avance a una fase renal aguda y también controlará la cantidad de orina que expulsa. Le administrará, además, medicación como protectores gástricos, antieméticos y analgésicos.

Se trata de un proceso grave en el que se buscará controlar el estado y bienestar de tu mascota. Se le irá midiendo la temperatura, la tensión, la frecuencia respiratoria y cardíaca.

La duración del tratamiento y la fluidoterapia dependerá de la evolución de los síntomas clínicos y de los parámetros sanguíneos.

Qué puedes esperar: pronóstico

El pronóstico va a variar en función de distintos factores:

  • Cantidad de tóxico ingerida
  • Si ha llegado o no a afectar al páncreas
  • Si tu mascota ha vomitado o no tras la ingestión
  • Tiempo que ha transcurrido desde la ingestión hasta que se inicia el tratamiento

Por lo general, el pronóstico es reservado y suele ser difícil que los animales salgan adelante sin consecuencias, sobre todo porque la planta puede provocar un fallo renal fulminante.

Si el tratamiento tiene éxito, tu mascota deberá ser controlada con revisiones veterinarias periódicas, esto para examinar la producción de orina y los riñones (aunque en animales que estaban sanos no suelen observarse consecuencias a largo plazo).

Cómo prevenir este problema

Debes tener en cuenta e informarte de cuáles son las plantas que pueden provocar daños a tu mascota para prevenir cualquier exposición innecesaria, especialmente si tienes un cachorro en casa.

Otras plantas tóxicas para nuestras mascotas son, por ejemplo: aloe vera, flor de flamenco, azalea, crotón, acebo, muérdago, adelfa, laurel, hortensia, hiedra, kalanchoe, narciso y flor de pascua.

 

Aunque cachorros y gatos jóvenes suelen acercarse a estas plantas como parte de su comportamiento de exploración, el aburrimiento en adultos es un factor a tener en cuenta porque puede hacer que mordisqueen las plantas. Deberás aportarle juguetes y momentos de juego, así como un adecuado ejercicio físico y de búsqueda o exploración controlada al momento de los paseos.

En ocasiones, tu mascota podrá morder ciertas plantas intentando buscar un aporte de fibra. Para evitarlo, debes asegurarle una buena alimentación y dieta equilibrada.

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