Mi perro vomita amarillo
Es muy posible que hayas visto vomitar a tu perro en más de una ocasión. En la mayoría de los casos es debido a la ingestión de algo que le ha llegado a provocar una irritación en estómago, intestino o en ambos. A los perros no les resulta difícil vomitar, ya que tienen bien desarrollado el centro del vómito y en la mayoría de las ocasiones este problema desaparece en uno o dos días.

Sin embargo, si los vómitos se producen con frecuencia, de manera continuada y además van acompañados de otros síntomas, lo más aconsejable sería que acudas al veterinario para que pueda descartar que son debidos a alguna enfermedad más grave.
En el caso de vomitar espuma de color amarillento, y también normalmente acompañado de mucosidad, tienes que tener en cuenta que probablemente es debido a la presencia de bilis, un líquido que se produce en el hígado para metabolizar las grasas.
Síndrome de vómito bilioso
La bilis formada en el hígado se almacena en la vesícula biliar y luego es liberada al intestino cuando hay una ingestión de alimento, para ayudar a la digestión de este.
Como es la comida la que estimula el paso de la bilis al intestino, cuando tu perro pasa un período de tiempo en ayunas, se llega a almacenar una gran cantidad de esta sustancia en la vesícula biliar, al no haber sido liberada. En un estómago que esté vacío, y debido al reflujo de esta bilis almacenada, se puede llegar a provocar una irritación de sus paredes, dando lugar al vómito.
Las causas suelen ser demasiado tiempo entre que le das una comida y la siguiente toma, cambios repentinos en la dieta, piensos de baja calidad o efectos secundarios a ciertos medicamentos o estrés (por ejemplo, en casos de ansiedad por separación). Puede ocurrir tanto en el perro adulto como en jóvenes, aunque los perros ancianos tienen más probabilidades de sufrirlo.
El síndrome del vómito bilioso es una causa leve y habitual de vómitos, pero, en algunas ocasiones, estos pueden estar provocados por enfermedades o procesos más graves.
Problemas médicos que pueden estar asociados al vómito de tu perro
Otras causas por las que tu perro ha vomitado amarillo podrían ser:
- Problemas gastrointestinales, como úlceras estomacales, enfermedad inflamatoria crónica de intestino delgado o algunos tipos de tumores. La gastritis y la acidez estomacal suelen ser muy comunes.
- Presencia de parásitos o enfermedades víricas/bacterianas.
- Obstrucción por ingestión de un objeto extraño (huesos, juguetes, piedras...): los vómitos biliosos aparecerán después de haber tenido otros antes y que habrán provocado que el estómago quede vacío y falta de apetito. Tu perro mostrará, además, signos de dolor e inactividad.
- Enfermedades hepáticas, como pueden ser abscesos o insuficiencia hepática.
- Pancreatitis: en este caso, el vómito se produce debido a una alteración en la producción de enzimas por parte de páncreas que hace que algunos alimentos no se puedan digerir. Suele acompañarse de diarrea, fiebre, deshidratación y dolor abdominal.
- Alergias: tanto si tu perro consume algún alimento al que es alérgico como si padece intolerancias alimentarias.
- Otras patologías, como por ejemplo infección de utero en las hembras o piómetra, insuficiencia renal, etc.
Visita al veterinario para un buen diagnóstico
Si tu perro tiene vómitos de más de un día o vomita cada vez que intenta comer y/o beber, y esto va acompañado de otros síntomas, como falta de fuerza, dolor o diarrea, lo primero que debes hacer es acudir a tu veterinario de inmediato, para que pueda determinar la causa del malestar y establecer un buen tratamiento.
Tu veterinario te preguntará sobre el inicio de los síntomas, la frecuencia, el contenido y el color de los vómitos, así como de posibles circunstancias que hayan podido llevar al problema. Llevará a cabo una exploración física completa de tu perro y puede que necesite realizar pruebas complementarias como análisis de sangre, de orina, de heces, radiografía, ecografía o incluso endoscopia.
¿Qué tratamiento tendrá?
Dependiendo que cuál sea la enfermedad o proceso que está causando el vómito, el veterinario indicará medicamentos para mejorar la motilidad gástrica, para reducir la acidez del estómago, protectores gástricos y hepáticos, antibióticos, antiparasitarios y analgésicos.
En algunas ocasiones será necesaria la fluidoterapia para corregir una posible deshidratación y, en casos de obstrucciones por objetos extraños, se puede requerir cirugía.
Los perros que vomitan bilis de forma crónica será necesario que sigan una dieta especial, fácil de digerir y con poca grasa y alta cantidad de fibra. Además, tu veterinario te aconsejará sobre el cambio de algunos hábitos en la alimentación de tu can, como por ejemplo darle raciones más pequeñas, pero más frecuentes, a lo largo del día.
Algunos remedios caseros para ayudar a tu perro
Solo si el vómito es leve y ocasional y no has detectado que vaya acompañado de otros síntomas puedes seguir estas recomendaciones, aunque siempre es necesaria la visita al veterinario:
- Comienza a darle pequeñas cantidades de agua cada dos o tres horas.
- Usa una dieta blanda: si tolera el agua, puedes comenzar a darle alimentos de fácil digestión, como piensos o alimento húmedo especial para problemas gastrointestinales. De forma casera puedes preparar arroz cocido con pechuga de pollo o pavo cocida sin sal.
- Dale pequeñas cantidades de esta comida cada poco tiempo para que su estómago no esté vacío. Según se vaya recuperando, puedes ir aumentando la cantidad de comida por ración.
- Si no han vuelto a aparecer los vómitos, podrás volver a su dieta habitual también de forma gradual, mezclándola con la dieta blanda y reduciendo esta en cada toma.
Como recomendación general, cada vez que vayas a hacer cualquier cambio de pienso o alimentación a tu perro hazlo poco a poco, ya que estos cambios pueden alterar y afectar su digestión. Controla, además, lo que come tu perro, guardando productos químicos y tóxicos fuera de su alcance y vigilando posibles objetos que puedan ser tragados, especialmente si es un cachorro.