¿Te ha ocurrido esto a ti o tienes la sospecha de que te puede estar ocurriendo? En este artículo te damos todas las claves para entender qué es la alergia a los gatos, cómo se presenta y cómo tratarla. Porque, en algunos casos, con el adecuado tratamiento y las debidas precauciones, la alergia a los gatos no es un impedimento para seguir viviendo bonitos momentos con nuestra mascota.
¿Qué es lo que provoca alergia a los gatos?
Empezamos respondiendo a esta pregunta sobre la alergia a los gatos con una aclaración: las personas no tienen alergia al pelo de los felinos, sino a su saliva y a su caspa. Es decir, los pelos de gato, por sí mismos no son los causantes de las alergias.
Quienes son alérgicos a los gatos reaccionan a los alérgenos que este animal tiene presentes en su caspa y su saliva. Y esto es un inconveniente, ya que a diferencia del pelo de gato, la caspa y la saliva son invisibles. Por lo tanto, no basta con intentar evitarlas para evitar los síntomas de la alergia. ¡Pueden estar presentes en cualquier lugar de la casa, incluso en tu ropa!
En cuanto a la aparición repentina de la alergia, recordemos que esta no es más que una respuesta de nuestro sistema inmunitario, que genera anticuerpos ante las sustancias que considera perjudiciales para él. En los casos de las personas alérgicas a los gatos, su organismo detecta que en estos animales hay presentes sustancias que pueden ser peligrosas para nuestra salud (aunque en realidad no lo sean), y se pone en alerta. Esto es lo que desencadena la alergia y sus síntomas.
¿Hay gatos hipoalergénicos?: Fel d1 y Fel d4 son la clave
Lo cierto es que sí. Y, si ya sabes que eres alérgico a los gatos, seguro que te lo has preguntado alguna vez: ¿por qué algunos gatos me dan alergia y otros no? Pues bien, la respuesta está, fundamentalmente, en la composición de su saliva. y en sus hábitos de limpieza.
Sabemos que los felinos son extremadamente cuidadosos con su higiene personal, pero no todos tienen las mismas costumbres ni su saliva tiene la misma composición. Hay una proteína (Fel d1) que está siempre presente en su saliva (con la que se limpian), pero no en la misma proporción en todos los casos. Por otro lado, FelD4, el segundo alérgeno más importante, también se encuentra en la saliva y en menor medida en el pelo de los gatos. Esto, junto a lo insistente que sea tu gatito con respecto a sus 'duchas' diarias, puede determinar el nivel de alergia que experimentas al estar cerca de él.
Gatos que no dan alergia
Si bien no existen los gatos 100 % alergénicos, sí que existen razas de gatos que producen menos alérgenos y son los más adecuados para las personas con alergia. Algunas de estas razas son el Devon Rex, el Javanés, el Siberiano o el Sphynx, entre otros.
¿Cómo saber si tengo alergia a los gatos? Hazte la prueba
Hay una forma muy sencilla de descubrir si tienes alergia a los gatos: acudir a tu médico y que este te realice una de las dos pruebas de la alergia que actualmente se practican y que suelen dar buenos resultados. Son las siguientes:
- Examen cutáneo: a través de un suave pinchazo, se inocula en el brazo una pequeñísima cantidad del alérgeno (en este caso, la proteína Fel d1, que es el principal alérgeno) y se espera la respuesta. Si aparecen ronchas, picazón en la piel o enrojecimiento, es muy probable que tengas alergia a los gatos.
- Análisis de sangre: si estás tomando algún medicamento o tienes alguna enfermedad cutánea que impida la realización del test anterior, otra solución es realizar un análisis de sangre. Lo que se pretende entonces es detectar la existencia de anticuerpos específicos que evidencien que efectivamente hay alergia a los felinos.
La ventaja de esta última prueba, el análisis de sangre, es que informa también acerca de la intensidad de alergia (recordemos que existen diferentes grados, desde las alergias leves a las más graves).
Diagnóstico diferencial: ¿es realmente alergia a los gatos?
Es importante tener en cuenta que los síntomas de la alergia a los gatos pueden confundirse con los de otras afecciones respiratorias o cutáneas, como los resfriados comunes, las alergias al polvo o al polen e incluso el asma no relacionada con alérgenos animales. Por esta razón, el diagnóstico médico es fundamental para confirmar que los síntomas son causados específicamente por la exposición a los alérgenos felinos. Un profesional de la salud podrá diferenciar entre una alergia a los gatos y otras posibles causas de tus síntomas, y se asegurará de que recibas el tratamiento más adecuado y efectivo para tu situación.
¿Cuáles son los síntomas de la alergia a los gatos?
Tener alergia a los gatos puede suponer importantes problemas para los afectados. Estos son los más frecuentes síntomas de la alergia a la proteína que emiten los gatos:
- Picazón en la piel.
- Congestión nasal.
- Tos y estornudos frecuentes y goteo nasal.
- Erupciones en la cara y en el cuerpo.
- Ojos llorosos.
- Silbidos de las fosas nasales.
- Dolor en el pecho.
- Picores en la nariz.
- Obstrucción de las vías respiratorias.
¿Cómo curar la alergia a los gatos? Los principales tratamientos
Afortunadamente, hay algunas opciones y recomendaciones que puedes tener en cuenta para reducir los síntomas de la alergia a los gatos, siempre en función de tu caso particular y los consejos que te dé tu médico:
Antihistamínico como primera medida
Lo más probable si te diagnostican alergia a cualquier animal es que te receten un antihistamínico para reducir los síntomas cuando entres en contacto directo con un minino. Estos medicamentos se encargan de bloquear el efecto de la sustancia química que provoca la alergia y suelen ser muy efectivas, aunque algunos pacientes se quejan de que les produce algo de sueño.
¿Son eficaces las pastillas para la alergia a los gatos?
Las pastillas son la forma más común de presentación de los antihistamínicos para las alergias, y son el método preferido por mucha gente. La razón es que es una forma cómoda y rápida de bloquear la reacción alérgica de una manera puntual. Pero ¿qué ocurre si la exposición a los gatos es continua en tu caso particular?
¿Hay vacuna como solución para la alergia a los gatos?
En otras ocasiones y siempre según los tipos de alergia, se puede optar por la vacuna como la mejor manera de frenar los síntomas más permanentemente. Vacunarse periódicamente puede ser una mejor solución, sobre todo porque tiene un efecto a largo plazo. Y es que con la inmunoterapia se entrena al cuerpo para que su respuesta al alérgeno sea cada vez más leve.
Entonces, ¿qué pasa si soy alérgico a los gatos y tengo uno?
¡No tienes por qué preocuparte! Como ya hemos visto, hay muchas cosas que puedes hacer para que tu alergia a los gatos no te impida convivir con tu mascota. Además de los tratamientos médicos, es recomendable seguir una serie de medidas preventivas que puedes implementar en tu hogar para minimizar la exposición a los alérgenos y reducir los síntomas:
- Mantén tu casa limpia: aspira frecuentemente con una aspiradora con filtro HEPA, limpia las superficies con regularidad y lava la ropa de cama y las cortinas a menudo. Los alérgenos de gato pueden adherirse a estas superficies, por lo que una limpieza constante es crucial.
- Limita el acceso del gato a ciertas áreas: designa algunas zonas de tu hogar como «zonas libres de gatos», especialmente, tu dormitorio. Si el gato no entra en tu habitación, los niveles de alérgenos serán significativamente menores donde pasas gran parte de tu tiempo.
- Cepilla a tu gato regularmente: mejor si lo hace una persona no alérgica a los gatos. Considera bañar a tu gato de vez en cuando para ayudar a reducir la cantidad de alérgenos que desprende. Consulta con tu veterinario sobre los champús adecuados y la frecuencia segura para bañar a tu felino.
- Utiliza purificadores de aire: los purificadores de aire con filtro HEPA pueden ser muy eficaces para capturar las partículas de alérgenos del ambiente. Colócalos en las habitaciones donde el gato pase más tiempo.
- Lávate las manos después de tocar al gato: es una medida simple pero efectiva para evitar la transferencia de alérgenos a tu cara y ojos.
- Considera la dieta de tu gato: algunas dietas especializadas han demostrado reducir la producción de la proteína Fel d1 en la saliva de los gatos. Habla con tu veterinario sobre esta opción si estás considerando todas las alternativas.
Con una combinación de tratamiento médico y estas medidas preventivas, la alergia a los gatos no tiene por qué ser un impedimento para seguir disfrutando de la compañía de tu mascota. Si la situación empeora, recuerda que es fundamental acudir a tu médico para ajustar el tratamiento o explorar nuevas opciones.
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