Displasia de cadera en perros: qué es, síntomas, prevención y tratamiento

La displasia de cadera en perros es una de las variadas enfermedades que pueden empeorar la vida de nuestros amigos. A pesar de que se trata de una enfermedad hereditaria y degenerativa, existen forma tanto de prevenir su aparición como evitar de que se agrave. ¿Pero cuáles son los síntomas y qué tratamientos existen? En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre la displasia en perros y qué podemos hacer para mejorar la calidad de vida de nuestras mascotas. 

¿Qué es la displasia de cadera en perros?

La displasia de cadera es una malformación en la articulación coxofemoral que ocurre cuando la cabeza del fémur no encaja correctamente en la cavidad del hueso pélvico, conocida como acetábulo. Esta condición provoca que el cartílago articular se vuelva más rígido con el tiempo, lo que provoca la disfunción de la extremidad.

El desarrollo de esta patología comienza durante los primeros meses de vida del cachorro, aunque los signos clínicos pueden manifestarse en diferentes etapas. Además, esta condición genética puede verse agravada por factores ambientales, como el crecimiento acelerado, la dieta pobre o el ejercicio físico excesivo durante el desarrollo del animal.

Perros de raza grande y displasia coxofemoral

Aunque la displasia coxofemoral puede aparecer en perros de cualquier raza, incluso algunas de pequeño tamaño, como el Bulldog Francés, es una enfermedad que afecta más frecuentemente a perros de raza grande: Pastor Alemán, Golden Retriever, San Bernardo, Dogo Argentino, Rottweiler, etc.

Aunque existen distintos factores por los que se puede desarrollar, la principal es la genética. La displasia de cadera es una enfermedad hereditaria que se transmite de padres a hijos, por lo que lo ideal sería que todo criador realizara las pruebas a sus perros para descartar a los ejemplares afectados de la reproducción y así evitar que puedan transmitir la displasia a las futuras crías.

Por otro lado, la displasia también puede aparecer en otras circunstancias distintas a las genéticas, aunque con menor probabilidad. La altura, el peso, una dieta pobre y el exceso de alimentación o la falta de actividad física pueden hacer que nuestros compañeros desarrollen displasia, tanto en la cadera como en el codo.

Displasia de cadera en cachorros: ¿es hereditaria?

Los primeros indicios de esta condición pueden manifestarse entre los 4 y 8 meses de edad. Durante esta etapa, cuando los perros son todavía cachorros y muy jóvenes, los propietarios deben estar muy atentos y prestar atención a diversas señales, como dificultad para levantarse tras el descanso, cojera o resistencia al ejercicio físico.

La detección temprana resulta vital para establecer un plan de manejo que permita mejorar la calidad de vida de nuestro amigo de cuatro patas. Un diagnóstico precoz permite implementar medidas preventivas que le ayudarán a retrasar la degeneración de la cadera y aumentar su calidad de vida.

Los cachorros con padres afectados necesitan un seguimiento más riguroso, ya que presentan una mayor predisposición a desarrollar la patología. El veterinario puede realizar pruebas específicas, como la de Ortolani, para evaluar la estabilidad de las caderas desde una edad temprana.

¿Cuáles son los síntomas de la displasia de cadera en perros?

Aunque para detectar la displasia es necesaria la ayuda de un veterinario, los propietarios deben estar atentos a ciertos síntomas comunes de esta condición. Algunos de ellos son:

  • La marcha del perro se vuelve irregular, con un característico bamboleo de las caderas al caminar. En los casos más graves, la cojera es evidente.
  • Tiene dificultades para moverse o levantarse.
  • El animal muestra dolor al tocar la zona de la cadera y reduce su actividad física habitual.
  • Aparece una notable pérdida de masa muscular en las patas traseras por la falta de movimiento.
  • Los ruidos articulares, como chasquidos en la cadera, se hacen evidentes durante el movimiento.
  • El animal presenta dificultades para subir escaleras o saltar a lugares elevados.

Grados de displasia de cadera en perros

Más allá de los síntomas, la displasia coxofemoral puede presentarse en distintos grados, por lo que detectarla lo antes posible es la clave para evitar que la enfermedad avance con el paso del tiempo y cause un mayor malestar a nuestra mascota. Se distingue entre varios grados:

  • Grado I: aunque los síntomas empiezan a aparecer, los cambios de comportamiento y en el exoesqueleto son mínimos.
  • Grado II: los síntomas empiezan a ser más evidentes; cojera, dificultades para levantarse o saltar… Se puede comenzar a apreciar una subluxación lateral en la cabeza del femoral.
  • Grado III: las alteraciones degenerativas, así como los síntomas de displasia, son más importantes. En este estado, la cabeza femoral tiende a escaparse del acetábulo, lo que provoca cada vez un mayor desgaste.
  • Grado IV: la degradación de los cartílagos son significativos, lo que suele provocar una luxación de la cabeza femoral, el aplanamiento del borde acetabular y un gran desgaste en el exoesqueleto del animal.

El consejo de Santévet: para garantizar la mejor calidad de vida de tu perro, es esencial realizar revisiones veterinarias regulares desde cachorro, especialmente, en razas propensas a la displasia de cadera. Si observas cualquiera de estos síntomas en tu mascota, solicita una llamada y agenda una consulta con un veterinario experto y protege su salud a largo plazo.

¿Cómo se puede detectar la displasia de cadera y codos en perros?

La detección profesional de la displasia requiere un examen veterinario completo que incluye tanto exámenes físicos como pruebas de imagen. El veterinario iniciará su diagnóstico con una evaluación física para observar la movilidad y estabilidad de las articulaciones.

Si lo cree necesario, pasará a realizar las pruebas radiográficas pertinentes, ya que permiten visualizar con precisión el estado de las articulaciones y determinar el grado de afectación. Para obtener imágenes claras y precisas, el animal debe estar sedado en una posición estandarizada.

El diagnóstico también puede incluir la evaluación mediante una resonancia magnética o TAC. Estas pruebas proporcionan una visión más precisa de las estructuras articulares. La combinación de estas técnicas ayudará a realizar un mejor diagnóstico y a establecer un plan de tratamiento personalizado para cada animal.

¿Cómo tratar la displasia de cadera en perros? Medicamentos y consejos

El tratamiento de esta enfermedad varía según las características de cada perro, su edad, raza o el grado de displasia que sufre. Hay muchas formas de mejorar la calidad de vida de nuestras mascotas, las cuales incluyen:

  • Control del peso para reducir el esfuerzo y la progresión de la enfermedad.
  • Antiinflamatorios para reducir el dolor y aumentar el bienestar.
  • Administración de condroprotectores para retardar la degradación de los cartílagos.
  • Sulfato y glucosamina para evitar el desgaste de las estructuras de la cadera.
  • Adaptar nuestro hogar y su actividad para gestionar el dolor.
  • Descanso activo para evitar la atrofia muscular.

¿La displasia de cadera en perros tiene cura?

La comunidad veterinaria coincide en que la displasia de cadera es una condición permanente que no tiene cura definitiva. A pesar de los avances médicos actuales, ningún tratamiento puede revertir completamente las alteraciones estructurales de la articulación.

Los procedimientos quirúrgicos. como la prótesis total de cadera o la osteotomía triple pélvica. pueden mejorar la movilidad y reducir el dolor. Estas intervenciones, realizadas por especialistas en ortopedia veterinaria, logran resultados positivos en muchos casos.

La clave reside en establecer un plan integral personalizado que combine diferentes enfoques terapéuticos.

¿Cuánto tiempo puede vivir un perro con displasia de cadera?

La esperanza de vida de un perro con displasia de cadera no tiene por qué verse reducida si se maneja adecuadamente la condición. Con un diagnóstico temprano y un tratamiento apropiado, muchos perros pueden llevar una vida plena y relativamente cómoda. Los factores que influyen en la longevidad incluyen:

  • La gravedad de la displasia y el momento del diagnóstico.
  • El compromiso con el tratamiento y seguimiento veterinario.
  • El mantenimiento de un peso saludable.
  • La adaptación del entorno y las actividades del perro.
  • La respuesta individual al tratamiento médico o quirúrgico.

¿Cuál es el precio de una operación de displasia de cadera o codo en perros?

Los costes aproximados de una operación de displasia de cadera oscila entre los 500 € y 4000 €, dependiendo de varios factores como:

  • El tipo de procedimiento quirúrgico elegido.
  • La gravedad de la displasia.
  • El tamaño y edad del perro.
  • La ubicación y experiencia de la clínica veterinaria.
  • Los cuidados postoperatorios necesarios.

Sin embargo, si dispones de un seguro veterinario adecuado, como el de Santévet, podrás garantizar que tu mascota reciba siempre el mejor tratamiento sin preocuparte por los costes. Solicita un presupuesto personalizado o pide que te llamemos para descubrir la mejor opción para tu mascota.

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La displasia en perros es una enfermedad hereditaria que, aunque no tiene cura, puede controlarse mediante una detección temprana y tratamiento apropiado. Los propietarios, especialmente de razas grandes predispuestas, deben vigilar los síntomas y mantener un seguimiento veterinario regular para asegurar el bienestar de sus mascotas.

La clave está en la prevención y en contar con el respaldo adecuado para afrontar los costes de los tratamientos necesarios. Así, nuestros compañeros de cuatro patas podrán disfrutar de una vida plena y feliz.

Si dispones de seguro veterinario adecuado como el de Santévet , podrás garantizar que tu mascota reciba siempre el mejor tratamiento sin preocuparte por los costes. Solicita un presupuesto personalizado o pide que te llamemos para descubrir la mejor opción para tu mascota.