¡Mi gato tiene parásitos y duerme conmigo! Un peligro para él y para ti

Tratar a tu gato contra las lombrices (parásitos internos) es indispensable. De hecho, es la base de una buena prevención, junto al tratamiento contra parásitos externos (pulgas) y la vacunación. Nuestro gato puede estar contaminado sin que nos demos cuenta, y esto puede ser peligroso, tanto para su salud como para la de quienes le rodean. Te invitamos a saber más sobre estos parásitos intestinales que pueden complicar la vida de nuestros felinos...

En los gatos, al igual que en los perros, existen diferentes tipos de parásitos internos: gusanos que colonizan los intestinos y/o el tracto digestivo de nuestros mininos y contra los cuales es esencial protegerlos.

Mi gato tiene lombrices
Lombrices | SantéVet - 123rf

Lombrices y gusanos intestinales en el tracto digestivo de tu gato

Son principalmente: los gusanos planos o largos (tenia, cestodos) y los gusanos redondos (ascaris, ancylostomas duodenales).

Los equinococos, gusanos que viven en el intestino delgado, se transmiten a los humanos y causan enfermedades graves. Por ello, es necesario, además de desparasitar a tus felinos según la recomendación de tu veterinario, mantener un buen nivel de higiene.

Pulgas en los gatos

Las pulgas son también comunes en los gatos. Son pequeños insectos que necesitan sangre para alimentarse y provocan picores y otras molestias a los felinos. Además, las pulgas son portadoras de parásitos internos que también pueden ser transmitidos a los gatos, como por ejemplo, la tenia.

Afortunadamente, hay varias formas para acabar con las pulgas que anidan en la piel de los gatos. Aparte de tratamientos tópicos que se aplican sobre la piel, existen tratamientos orales en forma de pastillas que también son efectivos.

Respondiendo a la pregunta de si es posible que las pulgas salten de tu gato a ti, la respuesta es que sí, aunque no es común que te afecten como a ellos. Simplemente te producirán picor y enrojecimiento de la piel si entran en contacto contigo, lo cual deberías evitar tomando las medidas higiénicas adecuadas, entre otras: mantener la limpieza de los lugares de descanso del gato y aspirar frecuentemente cada habitación de la casa.

Síntomas de la presencia de parásitos: heces con sangre, vómitos y más

Aunque los síntomas que reflejan la presencia de parásitos en los gatos varían en función del tipo de parásito del que se trate, los más comunes son los siguientes:

  • Pérdida de peso: si tiene parásitos, tu gato irá perdiendo poco a poco peso aunque se esté alimentando correctamente. 
  • Pérdida de apetito: a veces, los gatos con parásitos pierden el interés en la comida, lo que sin duda es un claro signo de infección parasitaria.
  • Diarrea o presencia de sangre en las heces: algunos parásitos afectan directamente al sistema digestivo de los gatos, lo que puede causar diarrea o, en determinados supuestos, incluso la aparición de sangre en las heces.
  • Abdomen hinchado: precisamente por los problemas digestivos que ocasionan, el vientre de los gatos puede volverse visiblemente más hinchado. 
  • Vómitos: mantente atento si tu amigo felino sufre náuseas y vómitos.
  • Letargo: los parásitos, con el paso de las horas, harán que el gato infectado se sienta más débil o cansado. 

Ante el primer signo de la lista que observes en tu gato, no dudes en llevarlo al veterinario para que le proporcione un diagnóstico y un tratamiento adecuados.

¿Qué pasa si mi gato tiene parásitos y duerme en mi cama?

Esta es la gran pregunta: ¿qué ocurre si tu gato está infectado con parásitos y comparte espacios del hogar contigo? Si este es tu caso, como el de la mayoría de dueños de mascotas, lo más probable es que estés expuesto a ciertos riesgos. Ten en cuenta que diferentes tipos de parásitos pueden ser transmitidos de los animales a las personas, ya sea por contacto directo o indirecto.

Entre otras enfermedades, las que se pueden transmitir son la toxoplasmosis y la teniasis:

  • Toxoplasmosis: el parásito que lo causa se localiza en las heces del gato.
  • Teniasis: se transmite a través de la ingesta accidental de pulgas o larvas de pulgas (por ejemplo, si acaricias a tu gato y luego acercas tus manos a tu boca).

¿Cómo se transmiten los parásitos de gatos a humanos?

Como ya te hemos adelantado, hay varias formas de transmisión de los parásitos de animales a seres humanos. Aquí tienes una lista con las más importantes:

  • El contacto directo: hablamos del contacto directo de la persona con las heces del felino, algo que no es complicado que suceda cuando limpias la bandeja de tu mascota. En estos supuestos, los parásitos han depositado sus huevos en las defecaciones y, de este modo, pueden llegar accidentalmente a tus manos y posteriormente a tu boca.
  • Las picaduras: en el caso concreto de las pulgas y garrapatas, en ocasiones son usadas por los parásitos como vectores para conseguir la infección de nuevos huéspedes. Es lo que sucede con la tenia, que se transmite mediante las pulgas infectadas que entran en contacto con los humanos.
  • La inhalación: los huevos y las larvas de los parásitos pueden ser inhalados y provocarse así una infección. ¿Cómo puede suceder esto? Mientras limpias el arenero de tu gato o manipulas los muebles que se han contaminado.
  • Ingesta de carne en mal estado: normalmente, la carne en mal estado o algunas carnes crudas pueden ser portadoras de estos parásitos.

¿Qué parásitos me puede contagiar mi gato?

Recordemos que no todos los parásitos se transmiten a las personas. Que se produzca o no la infección depende de qué tipo de parásito sea y de cómo se haya producido el contacto. Aun así, los que sí se pueden transmitir entre especies son muy numerosos. Entre los más comunes, encontramos los siguientes:

  • Toxocara cati: es un gusano que sí puede transmitirse a los humanos, sobre todo a los niños, y lo logra mediante sus huevos, que suelen esconderse en elementos como la tierra.
  • Tenia: es un parásito interno que transmite a los felinos la tenia. Se trata de un gusano plano cuyo contagio se transmite mediante las pulgas que entran en contacto con un animal infectado.
  • Toxoplasma gondii: es el parásito responsable de la toxoplasmosis, una enfermedad que es especialmente peligrosa para las personas inmunodeprimidas.
  • Giardia: causa una enfermedad denominada giardiasis, que provoca diversos síntomas como pueden ser diarrea y vómitos.

Si tu intención es evitar la transmisión de parásitos a las personas, has de saber que lo puedes prevenir llevando a cabo las medidas de higiene recomendadas y las desparasitaciones regulares que necesitan los gatos.

¿Cómo saber si me contagié parásitos de mi gato?

Para determinar si has sido contagiado con parásitos de tu gato, debes estar atento a ciertos síntomas. Entre los más comunes están problemas gastrointestinales como vómitos, diarrea y pérdida de peso, que pueden ser signos de parásitos intestinales. También puedes presentar irritación en la piel o enrojecimiento si se trata de parásitos externos.

Si observas algunos de estos signos, es fundamental que consultes a un profesional de la salud. Hay pruebas disponibles que pueden confirmar la presencia de parásitos. Ten en cuenta que estos síntomas también pueden ser causados por otras condiciones, por lo que es importante obtener un diagnóstico preciso.

Mantén siempre una buena higiene, ¡especialmente si hay niños!

Por ejemplo, lavándote bien las manos después de coger o acariciar a tu mascota, y siendo especialmente cuidadosos con los niños. Ellos no son conscientes del peligro que puede suponer jugar con el gato, acariciarlo, incluso dejarse lamer por él o acercarse a su boca sin lavarse bien las manos posteriormente. Además, los niños pequeños tienen tendencia de por sí a llevarse las manos a la boca constantemente.

La Dipylidium,o “solitaria”, es una tenia que también encontramos en los intestinos y se transmite a los humanos, aunque con menos frecuencia. Si bien lo más común es recurrir a los antiparasitarios internos (para evitar las lombrices), en este caso debemos añadir un tratamiento para parásitos externos, ya que este tipo de tenia se transmite a través de las larvas de las pulgas.

Estas lombrices pueden ser visibles en las heces, ¡a veces incluso se mueven! Para evitar confusiones, su aspecto podría compararse al de un grano de arroz crudo.

Otra vez, es importante tener especial cuidado con los niños, ya que podrían tragar una de estas larvas infectadas sin darse cuenta.

Gato y perro: a cada cual su antiparasitario

Recuerda que no debes tratar a tu gato con el mismo producto que a tu perro. Es importante contar con el asesoramiento de tu veterinario para elegir el antiparasitario adecuado y para saber cómo se aplica y con qué frecuencia. Él te ayudará a elegir el producto más fácil de administrar o aplicar a tu gato.

Un antiparasitario de amplio espectro para luchar contra las lombrices.

No hay mejor producto en el mercado que un antiparasitario de amplio espectro recomendado por tu veterinario, capaz de derrotar a cualquier intruso. 

Un desparasitante no es necesariamente efectivo siempre. Un profesional siempre es consciente de los posibles efectos secundarios, de la mejora de los tratamientos que van apareciendo en el mercado, etc.

Si quieres recibir el reembolso de los gastos del tratamiento, suscríbete a nuestra fórmula PREMIUM de Santévet para tu gato. Con ella, tienes a tu disposición un bono de prevención anual para cubrir estos gastos. Solo tienes que enviarnos las facturas de los antiparasitarios comprados en el centro veterinario de tu elección y te reembolsaremos hasta 80 euros.

A tener en cuenta:

  • Dar a tu gato hierba para que se purgue no es una forma de desparasitarlo. Solo los productos antiparasitarios adecuados protegerán a toda la familia de tener estos indeseables inquilinos.
  • Evita incluir en la alimentación del gato carne cruda o vísceras.
  • ¡Un antiparasitario no va a enfermar a tu gato! Es una leyenda urbana. Incluso si te ves forzado a aumentar la frecuencia de uso, ya sea porque tu felino ha estado fuera de casa o con otros animales, o porque te has olvidado de anotar cuándo fue la última vez que le trataste, siempre será mejor sobreprotegerlo contra las lombrices que no hacerlo a tiempo.
  • Tu gato puede tener gusanos sin que te des cuenta. Los anquilostomas, por ejemplo, son gusanos mucho más pequeños que los gusanos redondos, con lo que no será fácil distinguirlos a simple vista.
  • Si tu gato vomita, tiene diarreas o simplemente ves que frota su trasero contra el suelo, consulta rápidamente con tu veterinario. Pueden ser los síntomas de contaminación por lombrices.
  • En los gatitos jóvenes, la desparasitación recomendada generalmente es de una vez al mes hasta que cumpla los seis meses. Luego, en la edad adulta, será su estilo de vida (gato de interior, gato con acceso al exterior, convivencia con otros animales, etc.) lo que permitirá a tu veterinario determinar la frecuencia de la desparasitación (de 2 a 4 veces al año) y el tratamiento a utilizar.
  • No compres antiparasitarios de marcas desconocidas o que no hayan sido recomendados por tu veterinario.
  • El veterinario, en caso de duda, puede sugerirte realizar un análisis de heces de tu gato para confirmar la presencia o no de lombrices. ¡Unos gastos veterinarios que cubrirá tu seguro Santévet!
  • La desparasitación del gato mejora su sistema inmunológico, evitando la transmisión de enfermedades más o menos graves, problemas digestivos y dermatológicos. 

¿Quieres conocer otras enfermedades en gatos? Echa un vistazo a este artículo sobre toxoplasmosis o este otro sobre la tiña.

Santévet
¡Juntos cuidamos de su mascota!

Sobre el autor

Vanessa Galán