Lo esencial (TL;DR):
- Evita los paseos excesivamente largos para protegerlo de la hipotermia y limpia bien las patas tras salir, para evitar intoxicaciones por anticongelantes.
- Cuando lo bañes, sécalo por completo de forma minuciosa para evitar resfriados.
- Mantén la desparasitación continuada y refuerza su dieta solo si las condiciones de vida lo hacen necesario.
¿Cómo afecta el frío extremo a la salud de mi perro o gato?
El frío no es solo una molestia. Más bien al contrario, puede ser un peligro real. Cuando las temperaturas bajan demasiado no solo causan incomodidad, sino que pueden provocar problemas importantes de salud para nuestras mascotas, especialmente, en las más vulnerables, como los perros de pequeño tamaño, los cachorros o los de edad más avanzada.
¿Cuáles son los síntomas de la hipotermia en mascotas?
La hipotermia ocurre cuando la temperatura corporal del animal cae por debajo de los niveles normales. Si tu perro o gato se moja y se expone a bajas temperaturas durante mucho tiempo, aumenta el riesgo de hipotermia.
Los síntomas iniciales incluyen temblores intensos, seguidos de letargo, debilidad y un pulso y ritmo cardíaco lentos. En los casos más severos, la mascota puede dejar de temblar y, si no se trata a tiempo, la hipotermia puede ser mortal.
¿Cómo prevenir la congelación en orejas y almohadillas?
Al igual que a las personas, la congelación afecta a las partes del cuerpo más expuestas al frío o que reciben menor riego sanguíneo, como las orejas, la cola y las almohadillas. Estas zonas, al estar en contacto directo con la nieve o el hielo, pueden sufrir daños graves.
Si observas que la piel está pálida, presenta una coloración grisácea o azulada, y la sientes muy fría al tacto, sumerge la zona en agua templada (nunca caliente) y acude inmediatamente al veterinario.
A continuación, desmontamos algunas de las costumbres y mitos más comunes y te damos los mejores consejos para evitar riesgos y proteger a tu mascota en invierno.
¿Debo restringir los paseos de mi mascota y sus salidas a la calle?
Esta es una pregunta muy frecuente que da lugar al primer mito que queremos desmentir. La actividad física de las mascotas es importante, también en invierno, siempre con las debidas precauciones.
Mito 1: ¿Tengo que prohibir que mi gato salga a la calle y restringir los paseos de mi perro?
Falso. No hay por qué prohibir que tus mascotas salgan fuera. La clave es tomar algunas precauciones antes y después del paseo. Puedes proteger a tu compañero con alguna prenda de abrigo, sobre todo si es de tamaño pequeño o pelo muy corto (como un galgo), o si es un perro senior, tiene problemas de salud o está en proceso de recuperación de alguna enfermedad.
Evita los paseos muy largos, es mejor reducir el tiempo de paseo y aumentar el número de salidas y hacerlas más cortas, para evitar que sus pezuñas y orejas se congelen. Si hay mucha nieve, considera usar botines protectores o bálsamo protector para las almohadillas.
¿Qué cuidados específicos necesitan las patas después de salir en invierno?
Tras el paseo, seca sus patas y vientre concienzudamente, estas zonas son muy sensibles al frío y a la humedad. Si tienes un gato y sigue haciendo sus rondas nocturnas durante los meses de frío, asegúrate de que pueda entrar en casa a la vuelta para poder calentarse. Revisa sus almohadillas para asegurarte de que no tenga hielo incrustado, restos de sal o anticongelante.
Sea un gato o un perro, les gustará que bañes sus patas en agua templada para retirar los contaminantes y luego las seques bien.
¿Es perjudicial bañar a mi perro o gato durante la estación fría?
El segundo mito tiene que ver con la higiene y el miedo a que las mascotas se resfríen después del baño.
Mito 2: ¿No debo bañar a mi mascota en invierno?
No es del todo cierto. Si hace frío, no será muy tentador para nuestro perro o gato pasar un rato en la bañera. Sin embargo, en las ocasiones en que sea necesario (ya que pueden mancharse más en el paseo debido a la lluvia, los charcos y la nieve), no hay razones para no hacerlo. Lo principal es, como en cualquier otra época del año, usar un champú adecuado, no mojar las orejas ni la cara, y evitar las corrientes de aire.
¿Cómo debo reducir el riesgo de resfriado al bañar a mi mascota?
El secreto está en secar bien su cuerpo después del baño. Tómate tu tiempo en esto último. Utiliza un secador de pelo a temperatura baja o media y asegúrate de que el pelaje esté completamente seco, especialmente, en las capas internas, antes de que el animal salga.
En invierno es aconsejable disminuir la frecuencia con la que sueles bañar al gato o al perro y reducir su duración. Lávalos solo si es imprescindible para mantener el ciclo natural de su pelaje y la producción de aceites naturales que producen para protegerse del frío.
¿Debo modificar la dieta de mi mascota por las bajas temperaturas?
El tercer mito se centra en la nutrición y la necesidad de ingerir comida extra para combatir el frío.
Mito 3: ¿Tengo que cambiar la dieta de mi mascota?
Depende. Puede ser útil aumentar la cantidad de ración de comida de tu perro si es muy activo o si vive al aire libre, ya que quema muchas más calorías para mantener su temperatura corporal. Presta atención a su guarida y asegúrate de que está bien aislada del frío, que está caliente y que su recipiente con agua no está congelado.
Tu veterinario puede aconsejarte: dependiendo de la raza y del estilo de vida, la ración promedio se puede aumentar hasta un 30%, o puedes cambiar su pienso por uno con mayor concentración en calorías.
¿Necesitan suplementos vitamínicos los perros y gatos caseros?
Para el gato de interior o perros muy caseros que requieren poca actividad física, no será necesario cambiar su dieta. No obstante, si observas que tu mascota está decaída o con falta de energía, consulta con tu veterinario. Puede que necesite algún suplemento vitamínico para mejorar su estado general y reforzar sus defensas durante la estación fría.
¿Es necesario mantener el calendario de desparasitación en invierno?
El cuarto mito subestima la persistencia de los parásitos, especialmente, cuando el frío los obliga a buscar refugio en interiores cálidos.
Mito 4: ¿Puedo olvidarme de las desparasitaciones hasta la primavera?
Falso. Aunque puede haber menos garrapatas durante el invierno, y por lo tanto, menos riesgo de transmisión de enfermedades, recuerda que las pulgas están muy presentes durante todo el año. En invierno aprovecharán cualquier descuido para entrar en las casas en busca de zonas cálidas donde esconderse y reproducirse, infestando a tu mascota y las superficies del hogar, como las alfombras, los sofás o el parquet.
¿Cómo actúan los parásitos cuando llegan las bajas temperaturas?
Las pulgas son expertas en buscar calor. Una casa con calefacción es el ambiente ideal para que completen su ciclo de vida rápidamente. Para evitar estos problemas y la consecuente infestación, te recomendamos seguir, incluso en invierno, con el calendario de desparasitaciones internas y externas. Consulta siempre con tu veterinario y, en caso de infestación de tu hogar, puedes “fumigar” los espacios y superficies con productos especiales.
Contar con un buen seguro de salud para mascotas es fundamental para cuidarla. El seguro de salud para perros y gatos de Santévet ofrece un bono de prevención en cada una de sus modalidades de seguro veterinario para cubrir los cuidados preventivos, como la desparasitación interna o externa, vacunas, pipetas o identificación con microchip.
¿Cuáles son los riesgos de intoxicación más comunes en invierno?
El quinto mito es, a menudo, el más desconocido y el más peligroso.
Mito 5: ¿Mi mascota corre un alto riesgo de intoxicación durante el invierno?
Verdadero. Una de las mayores causas de muerte de perros y gatos durante el invierno es la intoxicación por ingerir productos anticongelantes. Estos líquidos suelen contener etilenglicol, un compuesto con un sabor dulzón que atrae fatalmente a nuestras mascotas.
Cita del experto:
"La intoxicación por etilenglicol [el principal componente del anticongelante] es a menudo mortal y afecta principalmente a perros y gatos, aunque todas las especies son sensibles. La dosis letal mínima de etilenglicol sin diluir es de 1,4 ml/kg en gatos y de 4,4-6,6 ml/kg en perros, lo que subraya el peligro extremo que representa incluso una pequeña cantidad ingerida. La rapidez de la intervención es vital, ya que el pronóstico empeora significativamente si no se trata en las primeras horas."
Regehr, T. (DVM, SafetyCall International). Toxicosis por etilenglicol en animales. Manual de veterinaria de MSD (Merck Veterinary Manual) - enero 2022
¿Cómo prevenir la intoxicación por anticongelantes y sales de deshielo?
Si vives en zonas donde nieva o hiela habitualmente, toma precauciones. Los productos empleados para derretir el hielo en carreteras, como las sales de deshielo, son productos tóxicos que pueden impregnar las patas de los animales. Esto puede provocar alergias o intoxicaciones si se lamen.
Lleva a los perros siempre con correa cuando pasees por zonas con hielo o nieve tratada. Si se trata de un gato que sale de casa, debes limpiar muy bien sus patas y revisar el espacio entre las almohadillas tan pronto como regrese. Nunca dejes envases de anticongelante o líquido limpiaparabrisas al alcance de tu mascota.
Te resumimos todos los mitos en la siguiente tabla:
Mito |
Situación de riesgo o necesidad |
Solución preventiva |
Paseos |
Falso restringir salidas; riesgo de congelación de patas. |
Reducir el tiempo de paseo y secar bien patas y almohadillas tras volver a casa. |
Baños |
No es cierto que estén prohibidos; riesgo de resfriado por humedad. |
Bañar solo si es imprescindible. Asegurar un secado completo con secador antes de salir. |
Dieta |
Depende de la actividad; riesgo de falta de energía o sobrepeso. |
Consultar al veterinario. Aumentar calorías solo si la mascota es muy activa o vive en el exterior. |
Parásitos |
Falso que desaparezcan; riesgo de pulgas en casa por el calor. |
Mantener rigurosamente el calendario de desparasitación interna y externa durante todo el invierno. |
Intoxicación |
Verdadero alto riesgo; riesgo por el anticongelante. |
Limpiar sus patas al regresar. Guardar todos los productos tóxicos bajo llave. |
Consejo de Santévet: sigue estos consejos y protege a tu mascota de los riesgos del frío. Recuerda que, ante cualquier duda o síntoma de enfermedad, la consulta con tu veterinario es el mejor seguro para la salud de tu animal de compañía.
¿Cuáles son y cómo sobreviven los animales salvajes que viven en climas fríos?
Mientras que los animales de compañía se adaptan a un estilo de vida más casero, los animales salvajes tienen sus propias estrategias para sobrevivir a la escasez de alimentos y a las bajas temperaturas del invierno.
¿Qué animales hibernan y cómo cambian sus rutinas?
La hibernación es un estado de inactividad profunda que permite a algunos mamíferos y animales de pequeño tamaño (como marmotas, lirones, murciélagos o la ardilla roja) sobrevivir a los inviernos más duros.
Durante la hibernación, el ritmo cardíaco se reduce drásticamente (a menos de 5 latidos por minuto, en algunos casos) y la temperatura corporal puede caer hasta casi el punto de congelación. La hibernación dura varios meses y requiere que el animal haya acumulado grandes reservas de grasas antes de la llegada del frío.
Animales que migran, duermen o cambian el color y el pelaje
La migración es la estrategia de muchas especies de aves acuáticas y terrestres (como los gansos o las cigüeñas) que, en lugar de combatir el frío y la escasez de alimentos, se desplazan a climas más cálidos. Regresan en primavera cuando el clima se suaviza.
Otros mamíferos grandes, como los osos negros o el oso pardo de América del Norte, entran en un estado de «sueño invernal» o letargo, menos profundo que la hibernación. Su temperatura corporal no baja tanto y pueden despertarse. Este letargo permite a las hembras de oso dar a luz y cuidar a sus crías recién nacidas.
En cambio, otras especies de animales, como el reno, el zorro ártico o el pingüino emperador, no hibernan, sino que permanecen activos durante todo el invierno, aumentando la densidad de su pelaje o cambiando su color.
Cuidados para proteger a tu mascota del frío y la nieve
Algunas medidas adicionales representan un importante plus en la comodidad y seguridad de tu perro o gato durante la estación fría.
¿Cómo mejorar el refugio de un perro y evitar que se congele?
Si tienes un perro que pasa tiempo fuera, debes adecuar su refugio. Asegúrate de que la caseta está elevada del suelo para evitar el contacto directo con el frío y orientada de espaldas a los vientos dominantes. Añade abundante ropa de cama (mantas gruesas o paja seca) para que tenga una cama cálida y aislada.
¿Qué medidas tomar para garantizar la hidratación y evitar accidentes en casa?
Revisa el recipiente de agua varias veces al día para asegurarte de que no se haya formado hielo. Un bebedero con calefacción puede ser una inversión útil si tu perro está fuera. En casa, si usas estufas o calentadores eléctricos, asegúrate de que tu gato o perro no se acueste demasiado cerca para evitar quemaduras accidentales.
El invierno puede ser una época maravillosa para disfrutar con tu mascota, pero requiere de una atención y unos cuidados especiales. La prevención, el conocimiento de los riesgos y la desmitificación de viejas costumbres son esenciales.
Fuentes consultadas:
https://www.anicura.es/consejos-de-salud/perro/consejos-de-salud/como-proteger-a-tu-perro-de-la-congelacion/
https://www.nationalgeographic.com.es/mundo-animal/cinco-consejos-para-proteger-a-tus-mascotas-epoca-frio_23853