Gato callejero

¿Sabías que el gato callejero es el gato más extendido en Francia? No pertenece a ninguna raza determinada ni tiene pedigrí en la nomenclatura oficial de las razas felinas. El gato callejero puede confundirse con el europeo de pelo corto, pero el europeo es una raza reconocida por el Libro Oficial francés de Orígenes Felinos (LOOF) y tiene un linaje conocido, a diferencia del gato callejero.
  • Tamaño del macho
    35
  • Tamaño de la hembra
    30
  • Peso del macho
    4-7 kg
  • Peso de la hembra
    3-6 kg
  • Color
    Se aceptan todos los colores
  • Pelaje
    Corto, semilargo, largo
  • Esperanza de vida
    14-16 años
  • Riesgo de enfermedades
    Accidentes de tráfico, miocardiopatía hipertrófica, coriza, obesidad
  • Higiene
    Cepillado una vez a la semana

Orígenes de la raza de gato callejero

Procedente del gato salvaje domesticado hacia el año 2600 a. C. en Egipto, el gato callejero se hizo a sí mismo. Según su relación con los humanos, puede ser un gato errante, un gato semisalvaje o un gato doméstico, pero no es un gato salvaje, también denominado «cimarrón».

Le gusta especialmente pasear por los tejados y canalones, de ahí lo de callejero. Originalmente, se utilizaba sobre todo en el campo para mantener a los roedores alejados de las casas y las granjas.

Carácter y comportamiento del gato callejero

¡Este gato común es un gato astuto, espabilado y a menudo aventurero! La película animada de Disney «Los Aristogatos» puso de manifiesto su diferencia con los gatos de raza, presentados como más frágiles y a veces... ¡caprichosos!

Juguetón, cariñoso, dominante, vividor... todo es posible con el gato callejero. Su carácter depende de su pasado, del destete, de su socialización y de su personalidad.

Aunque no tenga pedigrí, no le faltan recursos y sabe aportar una presencia indispensable a los dueños que han elegido adoptar un gato callejero, aunque pueden ser más independientes que un gato europeo.

A saber: ¡al gato callejero le gusta cazar (ratones, pájaros, lagartijas)!

¿Te has encontrado un gato en la calle? Conoce los problemas de los gatos callejeros antes de adoptar

Adoptar un gato callejero no debe hacerse a la ligera. Antes, es conveniente que conozcas los posibles problemas que estos felinos suelen tener.

En primer lugar, su historial de salud es desconocido, así que hasta que no lo sometas a un examen veterinario no sabrás con seguridad si tiene pulgas, parásitos o alguna enfermedad contagiosa.

Además, es común que los gatitos callejeros presenten problemas de comportamiento y dificultades para adaptarse a un ambiente doméstico. Antes de dar el paso, piensa que puedes estar adoptando a un gato menos cariñoso y algo más territorial, temeroso o agresivo que los del resto de su especie. Deberás tener mucha paciencia, pero te aseguramos que la recompensa será enorme.

El dueño ideal para un gato de la calle

El gato callejero se adapta a todo, ya sea al campo, a la ciudad, a una casa o a un piso.

Algunos gatos callejeros son muy holgazanes: ¡el jardín y la caza les interesan mucho menos que dormir la siesta en un árbol para gatos junto al radiador! Por otro lado, algunos han conservado el instinto de caza y no dudan en saltar desde el balcón de un piso para atrapar un insecto o un pájaro, lo que puede causarles lesiones. Simplemente escucha su carácter y sus necesidades.

Su dueño debe saber darle momentos de calma a base de caricias y mimos, sin olvidar los juegos diarios, aunque también hay que respetar su necesidad de independencia. Es un muy buen compañero para familias con niños o personas mayores.

A saber: la cohabitación con otro gato o perro es perfectamente posible, siempre que se conozcan pronto y no se provoquen.

Características físicas del gato callejero

El pelaje del gato callejero

Ya que no se trata de una raza de gato, no existe ningún estándar en la Federación Internacional Felina. Aquí también es posible (casi) todo: colores, morfologías, etc.

Dotado de un pelo corto en la mayoría de los casos, este gato también puede tener un pelaje largo o semilargo

El tamaño y el peso del gato callejero

Es un gato mediano que mide hasta 35 cm y pesa entre 3 y 7 kg, o incluso más.

La cabeza del gato callejero

Los machos no castrados suelen tener una cabeza bastante grande, mientras que algunas hembras tienen una morfología más delgada. No hay reglas aquí.

Cuidado del gato callejero

El aseo del gato callejero

El cuidado de su pelaje depende de la naturaleza del pelo: un pelaje corto requiere menos cuidados que uno más largo. Un cepillado semanal es suficiente. También es importante vigilar la aparición de sarro dental.

Es bueno saberlo: el seguro médico para mascotas de Santévet reembolsa las limpiezas dentales.

¿Cómo alimentar a un gato callejero?

Elige siempre pienso de buena calidad combinadas con una alimentación húmeda, como el paté para gatos, y consulta con tu veterinario para adaptar las raciones.

Atención: nada de leche para los gatos adultos, que suelen digerir muy mal la lactosa.​​​​

¿Cómo tratar a los gatos callejeros bebés?

Tratar a un gato callejero requiere de grandes dosis de paciencia y delicadeza, mucho más si se trata de cachorros. Lo normal, de hecho, es que estos animales sean al principio muy asustadizos y necesiten mucho más tiempo para sentir que pueden confiar en ti. Será más fácil si evitas hacer ruidos o movimientos fuertes cerca de él y si te esfuerzas por alimentarle tú mismo de manera regular.

Además, para incrementar su sensación de bienestar proporciónale una cama cómoda y calentita, un arenero limpio y agua fresca y limpia. Después de esto, solo te quedará a esperar a que tu nuevo amigo finalice su periodo de adaptación a su nuevo hogar.

¿Cómo domesticar a un gato callejero y acostumbrarlo a no salir de casa?

El mejor truco: armarse de comprensión y paciencia. Así, te aseguramos que lo conseguirás, aunque puede pasar un tiempo hasta que empieces a ver resultados.

Empieza por ir acostumbrando al gato a tu olor y tu presencia, poniéndole tú mismo la comida en lugar seguro y permaneciendo cerca pero a una distancia prudencial. Cuando veas que se acostumbra a ti, comienza a acercarte más pero sin forzar la situación, dejando que sea él quien marque el ritmo.

También es importante que el gato detecte que en tu casa dispone de un espacio seguro para él con todo lo que necesita para sobrevivir y estar cómodo. Una vez que lo entienda, ten siempre las puertas y las ventanas cerradas para evitar que salga y deja a su alcance juguetes y rascadores que mantengan un adecuado nivel de estímulos para el gatito y logren que no se aburra.

Esperanza de vida: ¿cuánto dura o vive un gato callejero?

La esperanza de vida de los gatos callejeros, desafortunadamente, es notablemente inferior a la de los gatos domésticos. Y es que mientras estos últimos pueden durar hasta 20 años (la media son 15), los callejeros lo más habitual es que no sobrepasen los 6 años.

La razón de esta triste realidad son las condiciones que habitualmente han tenido que soportar en la calle: falta de agua limpia, escasez de alimento, exposición a enfermedades y ausencia de atención veterinaria.

Enfermedades de los gatos callejeros: accidentes de tráfico

Por lo general, es un felino robusto y resistente, pero sufre habitualmente accidentes de tráfico. También puede lesionarse cazando o durante una pelea con otro gato o perro.

Otras enfermedades de los gatitos callejeros

El gato callejero también puede sufrir una miocardiopatía hipertrófica. Es una enfermedad que suele ser de origen genético/hereditario y que provoca un engrosamiento de las paredes del corazón. Esta patología puede evolucionar hasta convertirse en insuficiencia cardíaca.

La coriza afecta a menudo a los gatos callejeros no vacunados. Considerada como el resfriado o la gripe de los gatos, esta enfermedad es muy contagiosa. Cansancio, moqueo, estornudos... dependiendo de la gravedad de los síntomas, tu veterinario puede prescribir un tratamiento para tu mascota. Hay que tener en cuenta que, a veces, esta enfermedad puede ser mortal.

Atención: pueden aparecer problemas de obesidad en los gatos de piso o castrados glotones.