Gato gordo, sobrepeso y obesidad

Mucha gente piensa que un gato gordo es un gato gracioso y con salud. Sin embargo, que nuestros felinos tengan varios kilos de más no es en absoluto una buena señal. Al contrario, muchas de las consecuencias del sobrepeso en gatos son irreversibles y muy dañinas para nuestras mascotas.

Los gatos, igual que los seres humanos y que el resto de los animales, también pueden padecer obesidad. Para evitar que sus efectos terminen afectando negativamente a tu minino, a continuación, te damos todas las claves que debes conocer acerca de esta enfermedad.

gato obeso
gato gordo - Shutterstock

¿Cuáles son los factores de la obesidad en los gatos?

Tanto el sobrepeso como la obesidad tienen una causa muy clara: el desequilibrio entre la ingesta de alimentos y el gasto de energía que realiza el animal. Si el resultado es un exceso de calorías, lo que aparecerá serán esos temidos kilos de más, almacenados en el cuerpo de nuestro gato en forma de grasa.

Concretando un poco más, estos son los factores que pueden facilitar ese balance positivo de calorías en los gatos:

  • Una dieta inadecuada. ¿Sabías que el 60 % de los gatos con obesidad la padecen por culpa de la indulgencia de los dueños? Es normal que quieras demostrarle a tu minino todo el cariño que sientes por él, pero darle más comida de la que necesita no es el mejor modo de hacerlo.
  • Escaso ejercicio físico. Es muy común que nuestros gatos lleven un estilo de vida sedentario y casero. Si es así en tu caso, adecúa su alimentación y trata de jugar a menudo con tu mejor amigo y de estimularlo tanto mental como físicamente.
  • Estrés o ansiedad. Como les ocurre a las personas, los gatos con estrés tienden a tener un metabolismo más ralentizado.
  • Esterilización. Cuando castramos a un gato, este tiende a sentir más apetito y a no gastar tanta energía.
  • Genética. Ciertos felinos tienen más tendencia a engordar que otros, como los gatos callejeros.
  • Envejecimiento. Es lógico que los gatos más mayores se vuelvan menos activos.
  • Toma de fármacos. Si tu gatito está tomando algún medicamento, es posible que este afecte a su apetito. Es el caso de los anticonvulsivantes o los glucocorticoides, por ejemplo.

Gato obeso, gato con sobrepeso: ¿cuáles son los riesgos para su salud?

El sobrepeso y la obesidad son dos fases del mismo problema: primero, el gato comienza a acumular grasa y su movilidad se reduce. El sobrepeso puede no ser en este momento grave, pero, si no se controla, podría convertirse en obesidad. Esto implica que el exceso de grasa sea tal que se comiencen a ver afectadas la salud y la integridad física de nuestra mascota, causando en el peor de los casos alguna o varias de estas enfermedades:

  • Diferentes patologías de las articulaciones, como artritis o artrosis.
  • Diabetes.
  • Enfermedades cardiorrespiratorias, como insuficiencias cardíacas.
  • Problemas urinarios, como cálculos o cistitis.
  • Desórdenes endocrinos.
  • Problemas reproductivos.
  • Mayor riesgo de aparición de ciertos tumores.
  • Enfermedades de la piel, que pueden ser tan variadas como el acné felino, la caída del pelo o las úlceras de presión.
Foto de gato gordo
Foto de gato gordo (© Shutterstock)

¿Cómo puedo saber si mi gato está demasiado gordo?

No hay un peso ideal para todos los gatos domésticos. Cada uno tiene una complexión diferente, en función de su raza, de su edad y de si es hembra o macho.

¿Cuanto pesa un gato gordo?

Lo que sí sabemos es que el sobrepeso indica que el gato pesa entre un 10 y un 15 % más de lo que se considera su peso óptimo y que, en el caso de gatos obesos, hablamos de un 20 o un 30 % más.

Pero ¿cómo puedes conocer este dato en el caso de tu gato? Nuestro consejo es que dejes a un lado los números y te centres en hacer las siguientes comprobaciones para confirmar que tu gato está en su peso ideal:

  • Su vientre es terso, no está caído.
  • Su cuerpo se estrecha a la altura de la cintura, como si fuera un reloj de arena.
  • Si presionas levemente su lomo, notas sus costillas y su columna vertebral.

Si no se dan estas condiciones en tu gato, no hay duda: tiene sobrepeso.

¿Qué comida preparar para los gatos gorditos y los gatos mas gordos?

Una vez que has confirmado que tu gato tiene un problema, es el momento de actuar. No debes preocuparte en exceso, ya que en la mayoría de los casos el sobrepeso se puede revertir. Tan solo es necesario seguir algunas pautas, de las cuales las más importantes tienen que ver con la dieta .

En primer lugar, adapta la alimentación de tu gato para que sea rica en fibra y proteínas y baja en grasas. Eso sí, no descuides la cantidad de calorías que ingiere (las necesita para vivir) ni le prives de los nutrientes que para él son esenciales. Los alimentos secos, como el pienso, siguen siendo muy recomendables.

Por otra parte, te aconsejamos informarte bien acerca de la composición del pienso que le estás dando a tu gato. Es probable que esta sea mejorable y que debas optar por otras alternativas más beneficiosas para su salud y peso.

Gato gordo peso ideal
Gato con sobrepeso (© Shutterstock)

¿Qué hacer si la dieta no funciona para los gatos y gatitos gordos?

Si solo cambiando la dieta de tu felino no obtienes resultados, quizá sea buena idea que acudas a tu veterinario para pedir consejo y asesoramiento. Allí te dirán qué más puedes hacer después de examinar a tu gato, y algunas de las posibilidades pasan por la medicina alternativa o por la toma de suplementos alimenticios formulados específicamente para ayudarle a perder peso de una manera saludable, segura y más fácil.

¿Qué ejercicios debo realizar para ayudar a mis gatos gordos a perder peso? 

Sin duda, la actividad física es el mejor aliado para la pérdida de peso. Además, es un genial aliciente para tu gato, quien agradecerá enormemente que dediques tiempo de calidad a jugar con él y a darle cariño en forma de diversión.

No dudes en salir a pasear con tu felino o en jugar con él al aire libre en tu terraza. Asimismo, disponer de un área de juegos en casa le resultará muy motivador y le animará a hacer ejercicio más frecuentemente. ¡Y no te olvides de los juguetes! Cuanto más llamativos y divertidos sean, más fácilmente despertarán su instinto cazador y más se animará a moverse sin parar.

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Equipo SantéVet