Castración y esterilización en perros: claves para entender el proceso

Además de vacunas, desparasitaciones y chequeos; algún día tu veterinario te aconsejará optar por la castración y esterilización de perros. Llegado el momento, ¡no sientas temor! Las dudas son normales en esta etapa y, aunque el especialista es el más indicado para despejarlas, intentaremos arrojar un poco de luz sobre el tema.

Esterilización y castración perros
Castración en perros - 123RF

¿Qué es la castración en machos (y la esterilización en hembras)?

La castración en el perro macho no es más que una intervención quirúrgica en la que se lleva a cabo la extirpación de los testículos. En el caso de las hembras (esterilización), se efectuará la extirpación de los ovarios o de ovarios y útero en conjunto.

Quitar solo los ovarios (ovariectomía) o tanto los ovarios como el útero (ovariohisterectomía) dependerá de cada caso particular. En otras palabras, será una decisión que te ayudará a tomar el veterinario después de haber valorado y estudiado ciertos aspectos.

En cualquiera de los casos, castrar a un perro macho o esterilizar a una perra hembra trae como consecuencia la eliminación del comportamiento sexual.

Algunos mitos que puede que hayas escuchado

Hay una serie de creencias en torno a la castración de perros y la esterilización de las perras que no tienen ningún tipo de soporte científico. Entre los mitos más comunes, encontrarás:

  • Las perras deben tener al menos una camada. Esto es falso. Los animales no sienten ningún tipo de frustración por no reproducirse. De hecho, si la esterilización se efectúa antes del primer celo, se puede reducir drásticamente la probabilidad de que sufra de algunas patologías en el futuro, como los tumores de mama.
  • Castrar a un perro va a hacer que sea "menos macho". No debes preocuparte por esto. Castrar a un perro macho no afecta de ninguna manera su desarrollo natural.
  • Va a producir un cambio en el comportamiento del animal. Es cierto que tanto la castración como la esterilización ayuda a detener comportamientos relacionados con las hormonas sexuales (por ejemplo, el marcaje dentro de la casa, las escapadas en el celo o la agresividad hacia otros animales). No obstante, la personalidad de tu perro o perra se mantendrá intacta.
  • Es una intervención que solo hace falta en las hembras. Tanto machos como hembras pueden sufrir de problemas relacionados con las hormonas sexuales. No hay ninguna distinción por género.
  • Si se operan muy jóvenes, afecta su crecimiento. Aunque algunos veterinarios prefieren retrasar la cirugía por un par de meses, solo lo hacen en casos específicos: cuando se trata de razas muy grandes. Y es que, los perros grandes o gigantes suelen desarrollarse más lento. Ahora bien, ni la castración ni la esterilización impide el crecimiento del can.

Si tu can tiene problemas de comportamiento, lo más importante es determinar el origen. Si el comportamiento inadecuado no está relacionado con el deseo sexual, castrar o esterilizar no va a provocar mejorías.

¿A qué edad es aconsejable realizar esta intervención?

Establecer una edad para la realización de esta cirugía dependerá de varios factores que serán valorados por tu veterinario. Es importante que, si deseas que tu perro o perra tenga una o varias camadas, planifiques los momentos de apareamiento teniendo en cuenta sus celos y realizando chequeos periódicos para evitar problemas de salud.

Si no quieres tener cachorros en casa, lo más aconsejable será castrar al perro o esterilizar a la hembra a una edad temprana. La considerada como idónea gira en torno a los seis meses de edad o antes del primer celo. De esta forma, se podrán prevenir algunos problemas de salud, además de manejar fácilmente la supresión del celo.

Si te interesa, aquí puedes calcular la edad de tu perro en años humanos.

La importancia de la castración y la esterilización

Por lo general, castrar a un perro macho o esterilizar a una perra hembra tiene más ventajas que inconvenientes, sobre todo si se tiene en cuenta el estado de salud del animal.

Sea como sea, la decisión de castrar o esterilizar a los perros debe estar precedida de una valoración por el especialista.

¿Cuáles son las ventajas?

  • Se previenen las enfermedades de transmisión sexual.
  • No habrá camadas indeseadas y, por tanto, disminuirán los abandonos.
  • Evita la aparición de los síntomas de celo, como las huidas de casa o, en el caso de las hembras, el sangrado y los embarazos psicológicos.
  • Si la cirugía se realiza antes del primer celo de la perra, se reduce de manera considerable el riesgo de padecer cáncer de mama. También se evitarán posibles infecciones uterinas (piometra).
  • En el macho castrado, se reducen los comportamientos relacionados con el deseo sexual, como el marcaje urinario y algunos problemas de agresividad hacia otros machos. También disminuye el riesgo de cáncer testicular.

¿Qué hay de los inconvenientes?

Si bien las posibilidades son muy bajas, debes saber que podrían existir reacciones desfavorables asociadas a la anestesia y a la cirugía en sí, como riesgos de infección, hemorragias, etc. Una castración o esterilización del can podría traer consigo, además:

  • Cierta tendencia al sobrepeso. Extirpar los órganos de reproducción sexual puede suponer un cambio en el metabolismo de tu can. ¿La solución? Dieta equilibrada y ejercicio.
  • Aumenta el riesgo de incontinencia urinaria. Esto es más común en hembras que en machos. Por fortuna, podrá ser controlado con el tratamiento adecuado.

En qué consiste la cirugía y los cuidados posoperatorios

Lo primero que verá el veterinario es que tu perro o perra no tenga otros problemas de salud. Tanto en machos como en hembras, la intervención quirúrgica se realizará bajo anestesia general. Es por ello que podrían pedirte que lleves a tu can en ayunas de 12 horas.

Una vez sedado el perro, se le administrará la anestesia intravenosa. Luego, se intubará al animal para que reciba anestesia inhalatoria. Esta será la preparación para la cirugía.

Durante y después de la extirpación, se irán realizando puntos de sutura, algunos de ellos, externamente. En la mayoría de los casos, los puntos se deshacen con el tiempo. En otros, será necesaria la visita al veterinario.

Al acabar la cirugía —y cuando el animal despierte— se quedará unas horas en observación. Si no surge ninguna complicación o reacción adversa, podrás llevar tu mascota a casa.

En cuanto a los cuidados posoperatorios, deberás seguir las pautas de medicación (antiinflamatorios y antibióticos) que haya indicado el veterinario. En algunos casos, será necesario un collar isabelino para que no lama la herida.

Si observas mucha hinchazón o secreción de la zona de la incisión, deberás avisar al veterinario. Lo mismo sucederá si tu perro o perra come menos, vomita y tiene diarrea.

Puede que necesites acudir a un profesional del comportamiento animal o etólogo si ves que tu perro castrado todavía intenta montar hembras en celo u objetos. Esto puede deberse a un remanente de hormonas segregadas antes de la castración o a una conducta aprendida. Necesitas ayuda para determinar y tratar la causa.

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