¿Es tóxica la patata para los perros?

La patata cocida es segura para los perros si se prepara sin condimentos y se pela para eliminar la solanina, una sustancia tóxica. Evita siempre la patata cruda, verde o frita, ya que puede causar problemas gastrointestinales y neurológicos graves.

Lo esencial (TL; DR):

  • Los perros solo pueden comer patata si está cocida, pelada y sin condimentos. La patata cruda, verde o con brotes es tóxica.
  • El principal peligro de la patata es la solanina, una toxina presente especialmente en la piel, partes verdes y brotes.
  • Si tu perro consume patata de forma inadecuada, contacta a tu veterinario de inmediato para evitar complicaciones.

¿Los perros pueden comer patata?

Sí, los perros pueden comer patata, con las debidas precauciones. Por su contenido energético, la patata forma parte (en muy baja proporción) de la formulación de los piensos para alimentar a nuestros amigos peludos. Como incluyen almidón, la patata actúa como un elemento aglutinante. 

Seguro que habrás oído muchas de las historias que se esconden detrás del consumo de patata por parte de los canes y, aunque mucha gente piensa que se trata de un producto realmente tóxico para estos animales, esto no es así siempre.

Los perros pueden comer patata con precaución y sin ser nunca el ingrediente principal de su dieta.

En este artículo, te contamos todo sobre el uso de la patata en la dieta canina, para poder seguir mimando a tu peludo con este rico manjar.

Propiedades de las patatas

Patatas fritas, asadas, hervidas, horneadas, rellenas, guisadas, en puré, como croquetas, en ensaladas, ñoquis o en una tortilla ... No hay duda de que la patata es prácticamente imprescindible tanto en la dieta mediterránea como en el mundo entero.

A fin de cuentas, es un alimento versátil y el acompañamiento ideal de cualquier tipo de comida. Y, así como se pasean por nuestras recetas, pueden llegar a los platos de nuestros canes con mucha facilidad.

La patata (Solanum tuberosum) pertenece a la familia de las solanáceas. Es un tubérculo que ha pasado a ser un elemento indispensable para una alimentación saludable y equilibrada. Su potencial energético y su fácil digestión la han convertido en el carbohidrato ideal de los atletas de alta competencia.

La patata contiene hidratos de carbono complejos y fibra, representando una fuente importante de energía. Como tal, es rica en vitaminas del grupo B (B1, B2, B6) y presenta un alto contenido de potasio. La patata también contiene vitamina C, niacina, ácido fólico, selenio, magnesio, hierro y flúor.

Entonces, ¿qué pasa si le doy patata a mi perro?

No pasa nada si le das patata a tu perro en la forma adecuada. La toxicidad de la patata para los perros, y también para los seres humanos, no radica en el tubérculo cocinado, sino en unos compuestos llamados solanina y chaconina.

Estas sustancias están presentes en altas concentraciones en las partes verdes de la planta, como las hojas, tallos y brotes, así como justo debajo de la piel de la patata.

Por ello, si quieres darle patata a tu perro, debes hacerlo con moderación y en la forma adecuada para no poner en peligro su salud. La solanina y la chaconina son toxinas naturales que tienen efectos nocivos tanto a los perros como a las personas, por lo que la buena preparación de la patata es fundamental.

¿Qué son la solanina y chaconina?

Son dos glicoalcaloides, unas sustancias que se producen de forma natural en la patata, de sabor muy amargo y que pueden resultar tóxicas para los perros.

Estos compuestos se encuentran en las hojas, frutos, flores y tubérculos de las plantas que pertenecen a la familia solanáceas, como la patata, el tomate y la berenjena.

Las plantas generan estos compuestos como un mecanismo de defensa contra insectos, enfermedades y depredadores. Su amargura evita que esos molestos detractores dañen las plantaciones, pero también es un indicativo de la presencia de la toxina en el tubérculo.

Aunque ambas sustancias son peligrosas, la solanina es más común y puede causar problemas de salud más graves que la chaconina, inclusive en bajas concentraciones. Quitar la piel de la patata o su cocción no es suficiente para eliminar los glicoalcaloides, como puedes comprobar en la siguiente tabla:

MÉTODO DE PREPARACIÓN REDUCCIÓN DE GLICOALCALOIDES OBSERVACIONES
Pelar las patatas crudas 25% - 75% Reduce significativamente la cantidad.
Cocer en agua y pelarlas 5% - 65% La cocción en agua por sí sola no garantiza una eliminación completa.
Cocer al microondas 3% - 45% La reducción es la menos efectiva de todos los métodos.
Asar al horno 20% - 50% Un método con una reducción moderada.
Freír las patatas peladas 20% - 90% Es el método más efectivo, especialmente a temperaturas superiores a 170 °C.

De ahí el cuidado que hay que tener al momento de ofrecerle patata a nuestros perros y gatos (o de llevar una patata amarga a la mesa).

Aunque la solanina y la chaconina son elementos naturales cuya formación depende de la genética de la planta, la concentración de estos compuestos tóxicos también depende de las condiciones ambientales de temperatura y luz.

Por esta razón, es decir, para controlar los niveles de glicoalcaloides, las patatas deben conservarse en condiciones de oscuridad y alejadas de la luz del sol, en un lugar fresco y ventilado.

¿Cuáles son los niveles aceptables de solanina en las patatas?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció como ingesta aceptable de solanina unos valores de 2 mg a 10 mg/100 g de patata/día.

Los niveles de solanina que contiene la patata van a depender de la forma de cultivo, la variedad de la planta y, como mencionamos anteriormente, las condiciones ambientales de conservación y almacenamiento. 

Normalmente, la concentración de solanina se da en diferentes proporciones en las hojas, la cáscara o en el cuerpo del tubérculo. Estas son las cantidades aproximadas de solanina, en miligramos por kilogramo del producto:

Parte de la patata Cantidad Aproximada de Solanina (mg/kg)
Piel 300 - 600
Brotes 2.000 - 4.000
Flores 3.000 - 5.000
Cuerpo (Tubérculo) 10 - 130

Es importante hacer la siguiente observación: a partir de 140 a 150 miligramos de este glicoalcaloide por kilogramo de producto se empiezan a detectar los sabores amargos de la patata, un indicativo claro de sus niveles de toxicidad. Como hemos mencionado, valores de solanina superiores a los 200 mg/kg se consideran peligrosos, inclusive para el consumo humano.

Efectos de la intoxicación por solanina

Los efectos de la intoxicación por solanina varían en función, sobre todo, de la cantidad de toxina consumida. En casos de intoxicación leve a moderada, se manifiestan trastornos gastrointestinales y neurológicos, junto a otros síntomas como fiebre, arritmia cardíaca o inflamación y dolor articular.

Los trastornos gastrointestinales son náuseas y vómitos, diarrea, dolor abdominal o calambres estomacales y sensación de quemazón en la garganta. Por su parte, los posibles trastornos neurológicos son dolor de cabeza, mareos y pérdida de sensibilidad.

Cabe destacar que la solanina tiene una acción hemolítica y, en casos graves, las consecuencias son mucho más peligrosas y afectan al sistema nervioso central, pudiendo causar desórdenes neurológicos severos, hemorragias internas, derrame cerebral o la muerte.

¿Cómo dar patata a un perro?

Puedes dar patata a un perro cocinada de diversas formas. Lo más importante es adquirir hábitos seguros en la selección, manejo, almacenamiento y cocción de las patatas:

  • Pela siempre las patatas, ya que la piel concentra altas proporciones de las toxinas que el producto genera de forma natural.
  • Si compras patatas en grandes cantidades, consérvalas en un lugar oscuro, fresco y ventilado. 
  • Desecha las patatas con partes verdes, y las que presenten brotes o estén blandas, arrugadas y con olor a moho.

¿Los perros pueden comer patatas en tortilla, puré, cocidas, fritas o asadas? 

Como hemos indicado, los perros pueden comer patata cocinada en diversas formas. Te lo explicamos a continuación:

  • Patatas cocidas o asadas al horno. Es la mejor manera, pues, como hemos comentado, son una buena fuente de carbohidratos y fibra. Eso sí, ofrecidas siempre con moderación y, por supuesto, sin sal ni ningún tipo de condimento o grasas añadidas. Puedes dárselas troceadas o hecho puré.
  • Patatas fritas. No son recomendables para las mascotas caninas por su exceso de grasas, que puede perjudicar su salud digestiva. Si, además, llevan sal, como ocurre con las patatas fritas de bolsa, supone también un alto contenido en sodio.
  • Tortilla de patata. No es una opción recomendable, pues, aunque no es tóxica, y el huevo es una buena fuente de proteína para los perros, lleva aceite y sal, productos no recomendables para ellos. Si, además, lleva cebolla, hay que tener en cuenta que esta es un ingrediente altamente tóxico para los canes debido a su contenido en disulfuro de propilo, un compuesto que puede causar la descomposición y destrucción de los glóbulos rojos, produciendo anemia.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) ha emitido advertencias e investigaciones sobre la posible asociación entre las dietas sin cereales, que a menudo contienen grandes cantidades de patatas y legumbres, y los casos atípicos de miocardiopatía dilatada CMD en perros.

Los estudios no señalan a la patata como la causa de DCM por sí sola, pero sí cuestiona su seguridad cuando aparece como uno de los ingredientes principales, especialmente junto a legumbres en gran proporción.

Cita del experto:

“Este análisis sugiere que ciertos ingredientes, como guisantes, lentejas, garbanzos y patatas, cuando se utilizan en grandes cantidades como ingredientes principales, pueden estar involucrados en alteraciones metabólicas que merecen mayor estudio en relación con la DCM canina.”

Foodomics evaluation of diets associated with canine dilated cardiomyopathy. Lisa M. Freeman, Darcy B. Adin, Joshua A. Stern, Darcy A. Antonellis, et al. Scientific Reports (2021)

Los autores sugieren que es posible que combinaciones específicas de ingredientes (como legumbres + patata o batata) puedan estar alterando el metabolismo de ciertos nutrientes esenciales para la salud cardíaca (por ejemplo, taurina, carnitina, vitaminas del complejo B), aunque los mecanismos exactos aún no están completamente aclarados.

¿Qué hacer si mi perro comió papas crudas o piel de patata y se intoxica?

Si sospechas o sabes seguro que tu perro ha comido patatas crudas o piel de patata, debes observarle y prestar atención a la aparición de posibles síntomas que indiquen que se ha producido una intoxicación por solanina.

Una vez que la toxina es absorbida por el sistema digestivo del animal, su acción se hará evidente a las pocas horas, así que, ante cualquier signo o señal de malestar, contacta de manera inmediata con tu veterinario

Debes saber que, al igual que en otros casos de envenenamiento con alcaloides, no existe un antídoto que elimine o disminuya los síntomas clínicos asociados con la intoxicación por solanina. El tratamiento veterinario se centra en el control de los síntomas y en la aplicación de terapias de sostén, como la administración de sueros, hasta que la reacción adversa desaparezca por completo.

Consejo de Santévet: Si conoces la cantidad de patata cruda o piel de patata que el perro ha ingerido, así como el tiempo transcurrido desde la ingestión o la aparición de los primeros síntomas, comunícalo al veterinario junto a cualquier otro dato que pueda ser relevante, como enfermedades o condiciones crónicas de salud del animal.

¿Cómo se elimina el tóxico del organismo del perro?

En función del estado de salud del perro, si está consciente y ha pasado poco tiempo desde la ingestión, el médico veterinario puede recomendar la inducción al vómito, suministrando un compuesto emético. En el caso de que la cantidad ingerida sea significativa, puede prescribir un lavado gástrico con el fin de eliminar todo rastro de solanina del estómago del animal.

El lavado gástrico o cualquier otro procedimiento que se determine en función de la gravedad de la intoxicación, como la administración de carbón activado o la fluidoterapia, deben realizarse en la clínica veterinaria.

Cualquiera de estos procedimientos requiere un desembolso importante. Por ello, es muy recomendable contar con un seguro para perros como el que te ofrece Santévet, que te reembolsa hasta el 90% de tus gastos veterinarios en caso de enfermedad, accidente y cirugía.

¿Es bueno añadir patata cocida en la dieta canina como complemento o dársela si tiene diarrea?

La patata adecuadamente cocinada es un buen complemento nutricional en la alimentación canina. Es una fuente de energía rápida y sostenible, perfecta para perros con un alto nivel de actividad. Tu veterinario te recomendará la ración más adecuada para evitar problemas de obesidad, frecuentes en algunas razas de perros, como el Labrador Retriever.

En caso de diarrea, puede formar parte de una dieta blanda, como ayuda para calmar el malestar estomacal y reducir la acidez.

También puedes cambiar la patata por boniatos. Este tubérculo no es de la familia de las solanáceas, como la patata, y aporta carbohidratos, vitaminas A, C y B6, potasio y fibra. 

La patata puede ser un buen complemento en la dieta de tu perro. Recuerda que antes de darle un nuevo alimento, siempre es recomendable consultar a su veterinario, que es quien mejor conoce el estado de salud de tu mascota y lo que le conviene.

Fuentes consultadas:

https://www.purina.com/es/articulos/perro/alimentacion/los-perros-pueden-comer/papas

https://www.bonza.dog/es/2024/02/son-buenas-las-patatas-para-los-perros-guia-completa-de-la-proteina-de-patata/?srsltid=AfmBOorqRuQRWQrXjW7XvfDYkWJtAXHYMh7eomzJSxf9bBFptGF_vS1Z

https://www.expertoanimal.com/los-perros-pueden-comer-patatas-24776.html