Características de los transportines para gatos
Antes de comprar un transportín, tenemos que tener en cuenta sus características: materiales, rigidez y tamaño, entre otras. Veremos ahora cada una de ellas y cuáles son las opciones más seguras y cómodas.
Material. Este punto es importante porque el transportín tiene que poder lavarse, para eliminar olores ajenos al de nuestro gato o incluso las propias feromonas que desprende cuando se estresa. Así, evitamos que nuestro amigo peludo se ponga más nervioso de lo normal. Lo más recomendable es que sea de plástico o tenga un recubrimiento plástico.
En su defecto, también es una buena idea comprar uno de tela que se pueda meter a la lavadora, como el transportín plegable.
Rigidez. Para mantener a los gatos más estables y seguros, lo recomendable es que el transportador sea rígido, aunque no suelen ser los más cómodos. Para hacerlo más confortable para el gato, se puede acolchar la base sobre la que se apoya.
Forma. A ser posible, sería estupendo que se pudiera quitar la parte superior al transportín; de este modo, facilitaría las visitas al veterinario, ya que se podría sacar al gato con más comodidad. En caso de no ser así, es recomendable que tenga una apertura grande.
Peso. Lo mejor es elegir uno que, a pesar de ser robusto, no sea demasiado pesado. Ten en cuenta que, una vez que metas al gato, va a pesar mucho más y esto puede dificultar moverlo con suavidad.
Seguridad y ventilación. Para evitar que el gato salga corriendo cuando lo llevemos en el transportín, este ha de contar con un cierre de seguridad a prueba de fugas. También debe tener ranuras o barras de ventilación. Con ellas se evita que la temperatura suba mucho y se le pueden dar premios al gato.
Dimensiones. No todos los gatos miden ni pesan lo mismo. Así que antes de comprar un transportador tienes que tener en cuenta el tamaño de tu felino. Este debería ser capaz de darse la vuelta con facilidad, ponerse de pie y tumbarse cómodamente en él. La medida aproximada es la equivalente a 1,5 veces el tamaño de tu gato. También puedes recurrir a un transportín con ruedas, así no tendrás que llevarlo encima y te liberarás de peso.
Tipos de transportines que hay en el mercado
Una vez que hemos visto las características que hay que tener en cuenta, vamos a ver qué tipos de transportadores para gatos hay disponibles en el mercado.
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Transportines plegables para gatos
Estos son perfectos si quieres algo que no ocupe mucho espacio, ya que se pueden doblar. Se pueden usar para viajes cortos, dependiendo del tipo de viaje, o para que el gato duerma en casa. Se suele usar con frecuencia en paseos, como ir a hacer un recado o al veterinario.
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Transportines rígidos de plástico o de tela
Estos son los adecuados para cualquier viaje y si quieres asegurarte de que el animal va bien protegido. Entre todas las opciones, este es el transportador más fácil de limpiar.
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Bolsas de transporte de tela
No son los mejores transportadores, pero, si el gato es pequeño o si el recorrido es corto, no son una mala opción. Suelen tener unas asas para llevarlo colgado al hombro, aunque también los hay con ruedas para moverlos.
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Transportín mochila
Esta opción es la más novedosa y la mejor para aquellos gatos que disfrutan de los paseos. Es una mochila, semirrígida, que está recubierta de tela por dentro. Tiene una parte transparente, a modo de ventana, por la que el animal puede ir viendo la calle.
Sobre cuánto cuesta un transportador de gatos, hay que decir que el precio variará en función del modelo, los materiales, las dimensiones y la marca. Hay muchas opciones en el mercado entre las que puedes elegir.
Algunos consejos para viajar con gatos
Cuando vas de vacaciones y quieres llevar a tu gato, puede presentarse una situación complicada, porque no sabes si será una buena idea, tu compañero peludo sufrirá demasiado estrés. O quizás te planteas contratar a un cuidador de gatos durante tu ausencia. Aquí tienes algunos consejos para viajar con tu mascota.
¿Cómo hay que llevar a un gato en el coche?
La manera adecuada de hacerlo es en un transportín de plástico rígido, que cuente con rendijas para asegurar una buena ventilación. Lo puedes acomodar en el suelo del asiento delantero o en el asiento trasero, amarrado con un cinturón de seguridad.
Las ventanillas del coche deben de ir subidas y lo ideal es que no haya movimientos bruscos. Hay que evitar que le dé el sol o que se recaliente demasiado el transportador.
En el avion
En caso de que el viaje sea en avión, según las condiciones que establecen las aerolíneas, hay que conseguir un transportador homologado y que tenga unas medidas determinadas. La gran pregunta es cómo tranquilizar a un gato para viajar en avión. Antes de nada, es recomendable hacer una visita al veterinario para comprobar su salud y que tenga la documentación necesaria.
Puedes consultarle si hay algún producto que le puedas dar para que esté más tranquilo durante el viaje. Hay algunos medicamentos naturales, para perro y gato, que les ayudan a controlar el estrés. No son recomendables los sedantes, así que lo mejor es que intentes que tu gato esté lo más cómodo posible usando, por ejemplo, paños con feromonas.